Respondía Luis Miguel Carrión en la previa del encuentro contra el Tenerife a la pregunta sobre el balance defensivo/ofensivo y cómo debía acometer el equipo el equilibrio necesario entre ambas facetas para lograr sumar puntos. El catalán respondió que le daba igual si su Córdoba «gana 0-1 o 3-4», porque el objetivo, lógicamente, debe ser ganar.

Sin embargo, esa afirmación deja muchos interrogantes en el aire, tanto en la actual temporada del equipo, como en la anterior e incluso en su corta trayectoria al frente del primer equipo blanquiverde, en el que, por ejemplo, aún no ha anotado en Liga en lo que se lleva de año.

El actual Córdoba lleva anotados sólo 21 goles en los 22 encuentros disputados hasta ahora, siendo el cuarto equipo que menos anota en Segunda, superado por Mirandés, Alcorcón y Reus. La pasada temporada, a estas alturas, el Córdoba sumaba 29 goles. Es decir, un 40% más de capacidad goleadora es lo que ha perdido hasta ahora el conjunto blanquiverde con respecto a lo que llevaban aportados los Florin, Xisco, Fidel y Pedro Ríos. Como se vino adivinando desde el pasado verano, el conjunto blanquiverde iba a necesitar reforzar, mucho y bien, en la parecela defensiva.

Las consecuencias de no haberlo hecho también se traducen en números. El Córdoba de Carrión lleva encajados 30 goles al paso de la jornada 22. La pasada temporada, en el mismo punto intermedio, el equipo entonces de Oltra había encajado 25 goles. Quiere decir que el actual Córdoba ha empeorado en un 20% sus números defensivos. Y hay que recordar que aquel Córdoba terminó la Liga con la sexta defensa más goleada del campeonato.

En el balance global, mientras que el actual Córdoba lleva un nivel negativo de -9 goles, aquel Córdoba llevaba un positivo de +5, lo que arroja una diferencia de 14 goles. De hecho, no hay que recordar aquellas palabras de Florin Andone tras empatar a cuatro goles en Tarragona.

Por lo tanto, será muy complicado «ganar 3-4», más que nada porque el actual Córdoba no llega ni a un gol por partido en capacidad realizadora, ha notado en una sola ocasión tres goles en un partido (y no le sirvió para ganar al Lugo) y, sin embargo, le han anotado en cinco ocasiones esos tres goles: además del referido Lugo, el Cádiz, el Huesca, el Almería y el Getafe. Y tres de ellas, por cierto, en El Arcángel.

Por lo tanto, parece evidente la necesidad de insistir en cerrar la propia portería antes de intentar derribar la contraria a la vista de las cifras. Y quizás, si no se defiende bien, se debería defender con más efectivos.