Está claro, porque lo estaba desde el inicio, que esta plantilla, tal y como está configurada, no daba el nivel para entrar en la pelea por las eliminatorias de ascenso, así que mucho menos por el ascenso, que fue el mensaje enviado por el club. La descapitalización del equipo, con el adiós a Xisco, a Florin y a Fidel (5,4 millones de euros estos dos últimos) no tuvo su correspondiente entrada deportiva en el equipo y éste lo ha notado.

Además, este Córdoba adolece de los mismos problemas que padeció el de la pasada temporada. En la 2015/16 estuvo entre los seis más goleados de la categoría y sólo la capacidad goleadora de Florin Andone junto a la calidad en banda de Fidel más momentos cíclicos de hombres como Pedro Ríos, lograron que el equipo mantuviera el nivel competitivo. De hecho, sufrió muchísimo para meterse en las eliminatorias de ascenso.

Con el adiós a la pegada, la endeblez defensiva se ha mantenido, ya que el club no ha puesto arreglo. De hecho, el inicio de temporada del actual Córdoba fue con tres de los cuatro defensas de la pasada campaña. La pérdida de Deivid, pero sobre todo la bajada del nivel físico y de contención del mediocampo ha hecho el resto. Este Córdoba encaja mucho y demasiado fácilmente y lo que antes se arreglaba en ocasiones con la pegada ahora no.

Además, hay que señalar a no pocos jugadores que prácticamente no han contado para Oltra ni para Carrión. Y para colmo, la llegada del extécnico del filial ha supuesto el paso al ostracismo de otros que tenían mucho protagonismo, como son los casos de Luso, Caro, Guille Donoso o incluso Bergdich, que en la última etapa del valenciano ya iba disfrutando cada vez de más minutos. Ahora, han entrado en el apartado de olvidados, de donde nunca ha salido Samu de los Reyes. La plantilla más corta de Segunda División se acorta aún más por decisiones de sus técnicos.

A pesar de todo, existen plantillas peores que la blanquiverde en la actual Segunda, aunque también es bien cierto que sus clubs intentan arreglarlo en el actual mercado de invierno. Es complicado aceptar que este equipo pierda la categoría, aunque parece claro que es por lo que luchará, al menos, en los próximos meses. Pero sin ser de las peores plantillas de la categoría, tampoco es menos cierto que mejores plantillas que esta, en el pasado, terminaron en Segunda División B. Que le pregunten al Tenerife del 2011, con cuatro entrenadores y con Nino, Julio Álvarez, Ricardo León, Juanlu Hens, Marc Bertrán o Dubarbier. Así que cuidado con la dinámica.