No hará ascos el Real Madrid a una nueva Liga de Campeones, que sería la tercera en cuatro años, algo que tampoco nadie ha conseguido, pero el gran reto de la temporada para el exitoso equipo blanco a nivel internacional desde que Zinedine Zidane relevó a Rafa Benítez en el banquillo blanco hace ahora un año, no es otro que el título de Liga. Lo han admitido desde el propio Florentino Pérez al técnico francés, pasando por los jugadores más importantes de la plantilla.

En concreto, a Cristiano Ronaldo, que la temporada pasada a estas alturas no dejaba de reiterar que lo más importante para él y el equipo era la Champions, no se le puede ir de la cabeza que, pese a haberse acercado a Leo Messi en la clasificación de acaparadores de Balones de Oro, su botín de Ligas con el Madrid es raquítico. Se reduce a un solo título, el del récord de puntos con José Mourinho en la temporada 2011-12, que palidece en comparación con los ocho de ‘La Pulga’ con el Barcelona.

PARALELISMO

Soñó la estrella portuguesa y todo el club blanco con sumar también la Liga 2014-15 después de ganar la ‘Décima’ y el Mundial de Clubsen Marraquech, encadenando una cifra récord de 22 victorias consecutivas, pero todo comenzó a venirse abajo en el primer encuentro a la vuelta de vacaciones. Fue un 4 de enero en Mestalla ante el Valencia y las cosas se torcieron sin remedio. El Atlético lo apeó de la Copa del Rey en octavos de final y cuatro meses después, el 13 de mayo, la Juventus lo echó de la Liga de Campeones en semifinales en el propio Santiago Bernabéu. Unos días después empataba con el Valencia y se quedaba sin opciones de ganar la Liga. El 25 de mayo, Florentino Pérez anunciaba queCarlo Ancelotti no con continuaría en el banquillo madridista, donde había tenido a Zinedine Zidane como segundo.

En circunstancias triunfales parecidas va a empezar el equipo blanco este 2017 y en esta ocasión es el sorprendente Sevilla de Jorge Sampaoli el que le espera otro 4 de enero, aunque en un partido de Copa, la ida de los octavos de final. Y nadie en la entidad madridista puede evitar volver la cabeza hacia lo que pasó entonces cuando, como ahora, todo pintaba muy bien para que el Madrid quebrase la insultante superioridad barcelonista en la competición liguera, con seis títulos en las últimas ocho ediciones. Entonces se marchó con cuatro puntos de ventaja a disputar el Mundial de Clubs y nada hacía presagiar que pudiera producirse un desplome como el que acaeció.

Esta vez el conjunto madridista viajó en diciembre a Yokohama seis puntos por delante, que ahora son tres con un partido menos, y la cuesta de enero, con tres encuentros contra el Sevilla, además de choques ligueros ante Granada, Málaga y Real Sociedad se presenta como clave para valorar sus posibilidades reales de futuro.

REVOLUCIÓN ZIDANE

Por el momento, Florentino Pérez puede seguir presumiendo de equipo campeón de Europa y del mundo, de partidos sin perder (37) y, por supuesto, de entrenador. “Zidane revolucionó al Madrid. Hace un año que entró, el 4 de enero, y ha perdido un solo partido en Liga y uno en la Champions. Siempre he dicho que cambió la historia de este club como jugador, pero también era la mejor opción como entrenador, ya que tiene un gran talento… Aparte de que trabaja muy bien desde el punto de vista profesional, tiene esta autoridad sobre los jugadores porque ha sido un grande”, dice el presidente blanco, que se ha dado prisa en ampliar los contratos de todas sus grandes figuras como mejor manera de garantizar el futuro. Y si las cosas se tuercen, gracias a la benevolencia del TAS podrá finalmente ampliar su nómina de estrellas el verano próximo después de un año de contención muy llamativa en el gasto.