PERFIL

Sin alzar la voz

Sin alzar la voz

Sin alzar la voz

CÓRDOBA

Se marchó sin alzar la voz, con ese estilo al que acostumbra y que tanto debe gustar a los empresarios. Sin criticar nunca en público. Ni siquiera lo hizo en la que estaba siendo, sin saberlo, su última comparecencia como entrenador del Córdoba. Reconocía José Luis Oltra que el equipo estaba tocado, pero confiaba en que el partido de pasado mañana ante el Málaga fuera una válvula de escape. No lo será para él. «Es normal que la afición estalle contra todo y todos», decía el técnico, en referencia a los continuos pitos durante el partido ante el Getafe, el encargado de darle la estocada.

Resulta llamativo que el valenciano ha sido la persona de todo el club que menos abucheos ha recibido. La grada ha focalizado su ira contra el máximo mandatario, Carlos González. Tampoco se han librado su hijo, la directiva ni los jugadores. Oltra estaba prácticamente inmaculado, hasta ayer, cuando un sector del público le cantó que se marchara, si bien la voz no se propagó en exceso, algo que sí sucedió con el presidente, quien esta semana había asegurado que el entrenador continuaría siendo Oltra. «Pase lo que pase, va a seguir».

EQUIPO DERRUMBADO / Oltra cae después de que su equipo se haya derrumbado. El Córdoba llegó a estar en ascenso directo, en la jornada siete, pero una racha de nueve partidos sin ganar, en la que solo ha sumado cinco puntos, lo ha llevado a estar más cerca del descenso -a dos puntos—que de las eliminatorias de ascenso -a tres- . El segundo puesto queda ya a ocho.

«Es normal que la afición tenga momentos de hastío, de cansancio, cuando ve que el equipo no termina de reaccionar, de ganar, que es lo que ellos quieren», comentó el técnico. Durante once semanas, eso sí, ha mantenido al equipo entre los seis primeros, el objetivo mínimo que le impusieron desde el club.

Al igual que sucediera la temporada pasada, los encuentros en El Arcángel han sido una losa. De los últimos cuatro, el Córdoba ha perdido tres (Sevilla Atlético, Mallorca y Getafe) y empató ante el Valladolid. El año pasado ya encadenó seis derrotas seguidas en casa, aunque el valenciano logró enderezar la trayectoria, en parte gracias a unos buenos números a domicilio, hasta el punto de acabar jugando el play - off. Pese a no cumplir el objetivo, calificó la temporada con un notable alto.

TRASPASOS CLAVES / Oltra ha aguantado algo más de una temporada en el banquillo: 58 partidos de Liga, dos de eliminatorias de ascenso y dos de Copa. El club no cambió el objetivo en su segunda campaña, aunque los tres máximos goleadores de la plantilla, Florin, Xisco y Fidel, se marcharon en verano, dos de ellos traspasados. El valenciano se volvió a quedar con un plantel muy corto, sobre todo en la parcela defensiva, una circunstancia agravada con la lesión de Deivid, al que nadie ha sustituido.

Pese al clamor popular por que el presidente fichara, tanto en el pasado mercado invernal como en el presente, Oltra siempre se ha mantenido cauto y prudente en sus declaraciones y rara vez lanzó algún dardo contra la presidencia, pese a la falta de refuerzos. Trabajó y exprimió en silencio a los jugadores que tuvo, muchas veces, eso sí, sostenido por la pegada de su delantera, algo que este año se ha evaporado con la marcha de futbolistas determinantes. En su momento más complicado, Oltra recordaba lo que sucedió el año pasado. «Tuvimos un bajón y el equipo reaccionó; lo importante es coger inercia positiva». Pero esta vez no tendrá esa oportunidad. Su sucesor tampoco tendrá a los mismos hombres que hace unos meses sí protagonizaron una escalada que casi vale un ascenso.

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