El máximo mandatario del Córdoba CF SAD, Carlos González, asegura que invertirá «unos seis o siete millones de euros» en la ciudad deportiva, después de haber anunciado que se ha gastado, dice, un millón en los tres campos nuevos. «Queremos hacer edificios importantes y hacer buenas instalaciones y tenemos que remodelar la grada y hacer una residencia para los niños. Queremos centralizarlo todo allí». No será exactamente exportar el modelo del Parque del Canal al Camino de Carbonell. Para el proyecto frustrado se hablaba de módulos prefabricados, mientras que en esta ocasión se habla abiertamente de edificar en un terreno en el que la actual norma no lo permite. «Tenemos licencia» para remover tierra, pero «para todo lo demás necesitamos permisos», refiriéndose a los edificios que quiere construir en una zona no urbanizable, donde también quiere levantar la residencia.

Y más allá de lo que permita la Ley y de futuras actuaciones, lo primero que habrá que tener claro, en el club dicen que ya lo saben, es la propiedad de la ciudad deportiva Rafael Gómez después de que el empresario cordobés haya instado a la SAD a desalojar lo que considera de su propiedad. «Recibimos un requerimiento hace días, que contestamos, adecuadamente, diciendo que nosotros no reconocemos la propiedad de Rafael Gómez en tanto que en el registro civil no se acredita que sea suyo. Por lo tanto, lo tendrá primero que acreditar su propiedad», sostuvo ayer el mandatario en una entrevista a Canal Sur después de la información publicada en este periódico que, en cualquier caso, le ofreció al club la posibilidad de hacer las declaraciones que entendiera oportunas en estas páginas y desde El Arcángel rehusaron la oferta.

En cualquier caso, González subrayó en la radio que «si Gómez demuestra que eso es suyo, hemos hecho un escrito al Ministerio de Hacienda y al Ayuntamiento de Córdoba porque tiene deudas importantes con ambas Administraciones y es obligación del deudor poner en conocimiento de las administraciones a las que debe dinero sus propiedades, cosa que hasta el momento no ha hecho». Por ello, el canario insta a las administraciones a «proceder a su embargo», si, como dice, Gómez es el propietario.

González, en cualquier caso, quiso poner a Gómez contra la espada y la pared, intentándole obligar o bien a que reconozca que no es de su propiedad o bien que cometió «un delito importante» al «ocultar bienes a las administraciones». Las deudas con las administraciones a las que González hace referencia ascienden a 228 millones, solo al Ayuntamiento cerca de 40 millones, principalmente por la famosa multa por la construcción sin licencia de las naves de Colecor.

En cualquier caso, al mandamás del club no le preocupan las inversiones que la SAD ya ha llevado a cabo en la ciudad deportiva, la cual quiere comprar --«es la mejor zona que podíamos tener»-- y dice que ya sabe con quién tiene que hablar después de comprobar que «en el registro de Córdoba, él no aparece», refiriéndose a Gómez.

OTRO BANCO

Según González, Rafael Gómez le vendió los terrenos a Atlantis, que se lo vendió a su vez a Tremón, que entró en concurso de acreedores, y, tras sentencia del TSJA, se repartieron los lotes del grupo inmobiliario distintas entidades financieras. El Banco Popular ya ha dicho que no tiene nada que ver. González no quiso dar el nombre de la entidad con la que están en negociaciones para comprar la ciudad deportiva, en la que el Córdoba está de forma irregular.

Porque el contrato de cesión expiró en 2014. «Nosotros seguíamos pagando a Gómez hasta este año las cuantías de ese contrato y él no las ha devuelto nunca», dice el mandatario blanquiverde sobre los simbólicos 500 euros anuales que pagaba a Gómez. Por ello, entiende González que «desahuciarnos, aunque fuera suyo, no podría», refiriéndose a la demanda de desahucio que estudian presentar los abogados de Gómez. Claro que en una situación parecida estaría, entonces, la familia de Pepe Urbano, que vive en la ciudad deportiva desde hace 20 años y a la que el club ha invitado, de distintas formas, a abandonar las instalaciones del Camino de Carbonell.