No estará solo el Córdoba en Holanda. Los de Oltra trabajarán bajo la supervisión de la peculiar peña Tulipanes Blanquiverdes. No es una peña al uso. De hecho, la forman los amigos y familiares de Vicente Ariza Alcaide, que vive en Hoorn. "Llegué a Holanda tras conocer a Claudia, la que es mi mujer, durante el año de Erasmus en Canterbury, Reino Unido. Yo como estudiante de Filología por la UCO. Y ella de Derecho, por la Universidad de Amsterdam".

Ahora, su hijo Rubén es hincha más. Ayer fueron a recibirlos al aeropuerto y su intención es ir a algún entrenamiento y a algún partido. "Eso lo llevo en las venas desde chico. Desde que mi padre me llevaba al antiguo estadio de El Arcángel, los domingos con su charpa de amigos. Gorrito de cartón para el sol, paquete de pipas y un trinaranjus de limón. Los adultos, nevera cargada de cervezas, bocatas de tortilla y filetes empanados.Y si el partido era nocturno, la nevera iba también con alguna botella de Larios o DYC. Otros tiempos, no tan románticos como hoy en día. Yo he visto a mi padre meter un jamón entero, con su jamonero y el cuchillo. Verídico. Siempre he seguido al Córdoba fuera cual fuera la categoría. Y ya una vez aquí, los domingos siempre pegado a la radio por internet. Sobre todo aquellos años de salvar la categoría en el último minuto".

Para la boda, en la Catedral, se juntaron 40 holandeses. "Lo pasaron genial en la ciudad. Quedaron enamorados de Córdoba", recuerda. "Tras la boda, uno de ellos vio el cartel anunciando el partido con el Sevilla Atlético. Y me preguntó si podríamos conseguir entradas. La cosa es que al comienzo del convite de mi boda, uno de mis amigos puso sin avisar el himno del Córdoba, el de Queco. Y toda la sala se puso a cantar el himno con las servilletas en alto. Los holandeses quedaron ya flipados y creo que ahí pusimos la semilla cordobesista". Y esa boda había que rematarla en el campo.

"Nos plantamos en el Nuevo Arcángel unos 25 para ver el partido. Se compraron sus bufandas, sus pipas, y pasamos un buen rato a pesar de que el partido no fue muy emocionante. Ganamos 2-1".

Desde entonces han venido siguiendo al equipo. Al volver crearon la peña. "Creo que somos la primera peña cordobesista en el extranjero".

"En cuanto a mi hijo, Rubén, tiene 6 años cumplidos el 16 de junio. Cuando nació su abuelo Chiqui (mi padre) le regaló la equipación que llevaba la camiseta del Córdoba con su nombre y el 16 en la espalda. Desde chiquitito la ha vestido en fiestas del cole y para jugar en la calle. Su español aún no es bueno, pero con 3 añitos chapurreaba el himno del Córdoba. Ha estado varias veces en el estadio. Cada vez que vamos intentamos cuadrar con algún partido en casa. Rubén disfruta con el ambiente, cantando el himno, con su Aquarius y su bocata preparado por la abuela Aurori (mi madre)".

Pese a la barrera del idioma, el pequeño crece como cordobesista. "Hace unos meses se partió el brazo, un mes antes de su cumple. Le tuvieron que poner escayola y en el hospital de Hoorn, donde vivimos, se puede escoger el color de la escayola. El pidió verde. Yo dije de broma, blanquiverde. Y se lo hicieron".

"Hoy (por ayer en el recibimiento a la expedición) se ha portado como un campeón esperando casi dos horas hasta que ha salido Oltra con el resto del cuerpo técnico. Está muy ilusionado con que sus abuelos de Córdoba le vean en el periódico. Estaba emocionado porque le dije que el abuelo se pondría orgulloso. Y yo por supuesto estoy super orgulloso de él. Que a pesar de la distancia sienta los colores del club".

Serán de los pocos cordobeses en Utrecht que sigan la evolución del conjunto de Oltra. "Con el stage del equipo en Holanda, nos pusimos muy contentos. La lástima es que es periodo de vacaciones y muchos de los miembros están fuera de Holanda. Pero seguro que estaremos presentes un par de veces para animar al equipo. Ya sea en un entrenamiento o un partido".