"El fútbol empieza como una democracia y acaba como una dictadura, porque al principio todos opinan pero al final sólo uno decide. Lo hace el jugador ante el balón, el entrenador frente a la alineación y el presidente en el momento de las grandes decisiones, aunque en este último caso se supone que con un grado de mayor consenso". La frase, de un tal Johann Cruyff viene al pelo a este Córdoba. Un equipo al que se le ha metido en el ficticio debate de "refuerzos sí o refuerzos no". Un equipo al que se le ha consentido durante meses una dolorosa ausencia de fútbol, oculta tras una pegada basada en los picos altos de tres o cuatro futbolistas. Un equipo al que, gracias a unos resultados positivos, se le ha intentado disculpar en ocasiones de los adversos tras arbitrajes dudosos o por supuestos elementos externos. Un equipo que a pesar de diversas circunstancias desfavorables --y la mayoría no precisamente externas--, lo está dando todo: tanto en lo físico como en lo mental. Un equipo, por lo tanto, al que poco más se le puede pedir porque bastante --mucho-- ha dado. Si el nivel de exigencia al que este grupo ha respondido durante no escaso tiempo se le aplicara a otros que poseen bastantes, muchas más 'herramientas' que el propio equipo... Otro gallo le cantaría al Córdoba y a aquellos que están siempre tras él ocurra lo que ocurra.

Y lo que ocurrió en El Arcángel fue un encuentro extraño, sobre todo por la actitud errática de Arcediano, que se equivocó para ambos, aunque si se apura podría decirse que casi más en contra de los pepineros. El mérito del polémico manchego es que a pesar de su actuación ninguno de los dos pudo decir que perdió o ganó por él. El Córdoba intentó lo de siempre, aunque con esa marcha menos que se le nota en enero a pesar de algún triunfo, mientras que el Leganés saltó con una defensa de cinco --tres centrales--, con Szymanowski y Miramón de interiores escoltando a Alberto Martín y con Rubén Peña y Gabriel en punta, una ausencia de delantero centro que ya había practicado Garitano en algún encuentro anterior fuera de casa.

El de Vergara consiguió eliminar el factor desequilibrante de Florin y, gracias a que los extremos blanquiverdes no viven, en general, su mejor momento, también borró el peligro por los flancos. Lo más llamativo es que con esos tres en medio más los dos de arriba dejándose caer unos metros lograba controlar el centro del campo. Las pérdidas de los locales fueron innumerables y el fútbol, si es que lo hubo en el primer tiempo --apenas detalles-- lo puso principalmente el equipo visitante, que conseguía por momentos tocar en línea de tres cuartos, aunque con una salvadora falta de precisión en el último pase. Un centro raso de De Tomás que no encontró rematador y una salida de Razak ante Peña más un disparo de Albizua que detuvo el ghanés en dos tiempos fue lo más reseñable de la primera media hora.

El último cuarto de hora se animó un tanto el partido con una llegada de Pedro Ríos, un disparo alto de Víctor Pérez y algunos intentos de Szymanowski por conectar con algún compañero en área. Pero nada más. Ahí apareció Arcediano para decretar un penalti más que dudoso de Bustinza sobre Florin Andone. Transformó De Tomás y alguno en la grada arqueaba las cejas y se frotaba las manos por el premio obtenido tras 45 minutos de sopor. El Córdoba tenía lo más complicado para imponer su sistema: el primer gol.

Dicen que lo que fácil se gana aún más fácil se gasta. Y el Córdoba dilapidó su ventaja en el primer minuto de la segunda mitad tras una volea de Szymanowski. De nuevo, el duelo igualado en el marcador, que no en el césped. El Leganés funcionó mejor en esos minutos, tanto que Abel Moreno salvó bajo palos el gol tras haber superado Víctor Díaz con un cabezazo a Razak. Esos buenos minutos pepineros parecían terminar con una falta de Fidel a la que respondió maravillosamente Serantes. La entrada de Nando pareció darle un puntito más a los locales, que en el 67' volvían a cruzarse, para bien, con Arcediano, que decretaba penalti en una acción de Víctor Díaz con De Tomás. El pepinero Bustinza se iba a la ducha tras ver la segunda amarilla por protestar y el madrileño transformaba la pena máxima. De nuevo, la renta necesaria para que los blanquiverdes impusieran lo que tanto les gusta: que juegue el rival si puede y matar a la contra. Pero el Leganés, en inferioridad, se impuso. Oltra y Garitano decidieron. Markovic y Caballero por Víctor Pérez y De Tomás, y Omar Ramos, Luis Ruiz y Borja Lázaro por Szymanowski, Mantovani y Miramón. El técnico visitante salió ganando, porque a pesar de estar con uno menos sobre el terreno y en desventaja en el marcador, el balón fue para el Leganés. Lázaro creó más de una duda tanto entre los centrales como entre líneas y Ramos decidiría el encuentro. Primero dio el pase a Peña, que provocó el penalti de Razak y la expulsión de éste. Transformó la pena máxima. Y con los tres cambios efectuados tuvo que colocarse en portería Luso, que encajó, además del penalti, el tercer gol desde 35 metros en una falta botada por el extremo chicharrero. El Córdoba entra en una pequeña crisis con su segunda derrota consecutiva, la tercera en el mes de enero, y no podrá decir que ésta fuera por las rarezas del fútbol. Porque lo que se dice fútbol, no mucho pero más que su rival, lo puso el Leganés. Suficiente para sacarle del atolladero. No todos pueden decir eso.

Ficha técnica:

Córdoba: Razak; Stankevicius, Héctor Rodas, Deivid, Abel Moreno; Pedro Ríos, Víctor Pérez (Markovic, 73'), Luso, Fidel (Nando, 62'); Florin y Raúl de Tomás (Caballero, 79').

Leganés: Serantes; Víctor Díaz, Insua, Mantovani (Luis Ruiz, 71'), Bustinza, Albizua; Alberto Martín, Miramón (Borja Lázaro, 80'), Gabriel; Alexander Szymanowski (Omar Ramos, 69') y Rubén Peña.

Goles: 1-0, M.46+: Raúl de Tomás, de penalti. 1-1, M.47: Alexander Szymanowski: 2-1, M.68: Raúl de Tomás, de penalti. 2-2, M.84: Omar Ramos, de penalti. 2-3, M.85: Omar Ramos.

Árbitro: Arcediano Monescillo (Comité Castellano-Manchego). Expulsó por doble amarilla al visitante Bustinza en el minuto 67, así como a los locales Razak, en el 82 con roja directa tras hacer penalti, y a Héctor Rodas por doble amarilla en el 91. Además, amonestó al local Víctor Pérez y a los visitantes Insua, Víctor Diaz, Serrantes, Alexander Szymanowski, Alberto Martín y Mantovani.

Incidencias: Partido de la vigésima tercera jornada de la Liga Adelante, disputado en estadio El Arcángel ante 16.095l espectadores, con más de un centenar llegados desde Leganés. Se guardó un minuto de silencio por los abonados cordobesistas fallecidos en el último año.