A sus 60 años, Michel Platini ha sufrido el mayor golpe de su exitosa carrera. El nieto de un albañil italiano instalado en la Lorena Francesa tras la Primera Guerra Mundial pretendía alcanzar la presidencia de la FIFA para culminar su trayectoria por el mundo del fútbol, iniciada como futbolista, continuada comoseleccionador y prolongada al frente de la UEFA, que presidió desde el 2007.

Francia ve con estupefacción como uno de sus símbolos se ve arrastrado por la corrupción. Aunque las máximas autoridades del país siguen sin aceptar la realidad, el prestigio que Platini se ganó en el campo empieza a decaer sin remedio.

TRES BALONES DE ORO

Nacido en Jouef, al noreste del país, Michel se formó en el Nancy, maduró en Saint Etienne y fue fichado por la Juventus en 1982. En un lustro se convirtió en el capitán del club turinés y fue el primer futbolista en ganar tres Balones de Oro

Colgó las botas con solo 32 años y se puso al frente de la selección sin excesiva fortuna. Participó en la organización del Mundial de Francia-98 y asumió la presidencia del máximo organismo europeo hace ocho años, lanzado por su amigo Blatter.

RELACIÓN DETERIORADA

Superó por cuatro votos a Lennart Johansson y se convirtió en el azote de los clubs más potentes de Europa (el G14). Abrió el camino a las federaciones más pobres mientras su relación con Blatter se deterioraba. Este lunes se declaró “en paz” con su conciencia, pero su credibilidad parece estar por los suelos.