El Córdoba B cumplió ante Los Barrios y sumó su sexta victoria consecutiva, lo que le vale para mantener la diferencia de cinco puntos respecto al segundo, el San Fernando. Así, el filial se proclamó campeón de invierno del grupo décimo de Tercera. Pese a que el conjunto gaditano era claramente inferior, tanto físicamente como técnicamente, pudo dar la sorpresa en los primeros compases del encuentro. Pero un doblete de Alberto Quiles, que iguala al máximo anotador de la categoría con 13 tantos, hizo que el segundo equipo cumpliese con el guión previsto.

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Sorprendió ver a Bijimine en la convocatoria después de jugar más de una hora el viernes en Elche, por lo que obviamente estuvo en el banquillo. Su puesto lo ocupó Roser.

El filial comenzó dándole el balón a Los Barrios, que se crecieron y en el primer cuarto de hora fueron los claros protagonistas del encuentro, obligando a Sillero a intervenir en dos ocasiones para no tener que apelar a la remontada.

A partir de ahí, el partido retomó el guión establecido. Primer avisó Quiles rematando al larguero y, en la jugada siguiente, el goleador blanquiverde provocó un claro penalti. Cuando se iba solo, el portero visitante lo derribó. El árbitro se desentendió. Hubo que esperar a la siguiente, cuando el segundo punta se aprovechó de un balón suelto en el área para poner por delante a los blanquiverdes.

El conjunto gaditano ya había desaparecido. Si acaso, alguna internada o una pérdida sinsentido de los canteranos, pero nada de generar auténtico peligro. Mientras, el filial se fue al descanso con la sensación de que ya podría tener el partido resuelto después de que Chechu, el portero visitante, le hiciese un paradón a un remate de Sebas Moyano.

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Para la segunda parte, el encuentro ya se había convertido en un monólogo de los blanquiverdes. Aunque no generaban ocasiones claras, las llegadas eran permanentes, así como el control del esférico. Fruto de esa superioridad, con entradas por banda y por el centro, Moha centró desde la derecha para que Alberto Quiles igualase al máximo anotador del grupo con 13 dianas. Y pudo poner el broche de oro a su actuación se le hubiese salido la chilena que intentó.

Con la ventaja y la clara superioridad ante un rival, comparativamente, sin argumentos, Carrión dio entrada a Bijimine, que se llevo la ovación de la grada y, de paso, una amarilla para cumplir ciclo la próxima jornada y descansar tras los minutos acumulados con el primer equipo.

El filial no descansa por Navidad y el próximo 27 recibe a la Lebrijana en el primer partido de la segunda vuelta.