Un niño de 3 años fue alcanzado por una bengala este miércoles por la noche en el estadio Vicente Calderón, donde se disputaba un partido de la Liga de Campeones entre el Atlético de Madrid y el Benfica (1-2). Así lo ha relatado a varios medios el padre del pequeño, Serio Yébenes, que ha precisado que el artefacto solo le quemó un poco la camiseta, porque lo retiraron rápidamente, pero cayó en el asiento.

"Nos asustamos bastante. Él aún tenía miedo esta mañana", ha explicado Yébenes. El niño fue atendido por el Samur dentro del estadio y después ambos fueron cambiados de ubicación. "Poco a poco se tranquilizó al ver que estaba lejos de al zona, pero dice que no quiere volver al fútbol porque hay fuego", ha añadido.

Los incidentes se produjeron cuando aficionados del Benfica lanzaron bengalas a sus homólogos del Atlético en el transcurso del partido, declarado de alto riesgo. Los seguidores lisboetas también intentaron alcanzar el césped tras el gol del empate, obra de Nico Gaitán. El club rojiblanco pidió por la megafonía el cese del lanzamiento de artefactos pirotécnicos y amenazó con la expulsión a todos los hinchas que incumpliesen la medida. Este incidente obligó a parar el encuentro durante un par de minutos.

A la espera de una sanción

Los hechos han sido calificados este jueves de "extraordinariamente graves" por Miguel Cardenal, secretario de Estado para el Deporte. "La respuesta estará a la altura del desafío", ha añadido, antes de "transmitir a la afición española el compromiso inequívoco y sin excepciones de convertir los estadios en entornos seguros, donde se pueda disfrutar en familia de los espectáculos". De momento, se espera una sanción por parte de la UEFA, que puede ir desde el cierre parcial de la grada a una multa económica tanto para el Atlético como para el Benfica. El club rojiblanco alega que el protocolo de seguridad fue correcto.