Como quiera que la mayoría de los jugadores y cuerpo técnico del Lucena CF han solicitado a los dirigentes madrileños Eduardo Bouzón y Javier Martí la carta de libertad a tenor de que estos han evidenciado que no tienen capacidad para afrontar los escasos emolumentos mensuales que vienen recogidos en sus contratos, el futuro de la entidad celeste, que se fundó en 1968, se atisba muy negro, teniendo incluso fecha de defunción de manera inminente, salvo sorpresa mayúscula.

Al término del encuentro frente al San Fernando, comparecieron en rueda de prensa tanto el técnico, Juanlu Bernal, como los dos capitanes Jony Lomas y Javi Sánchez para dar a conocer a la opinión pública la dantesca situación que están viviendo, que les ha llevado a tirar definitivamente la toalla, de tal manera que mañana, miércoles, acudirán por última vez al Estadio Ciudad de Lucena para recoger sus pertenencias y rescindir sus contratos, una vez que se reconozca la deuda correspondiente a la mensualidad de agosto y buena parte de septiembre, que han trabajado. El técnico celeste manifestó que todos iban a una, por lo que si sus futbolistas se marchan, él también tomará la misma decisión.

Los dos dirigentes madrileños del Lucena, que ni viven ni trabajan en la ciudad cordobesa desde que tomaron las riendas de la entidad, han dado conformidad a la salida de todos los profesionales, aún a sabiendas de la dificultad que entrañaría encontrar nuevos jugadores para el próximo encuentro liguero frente al Arcos. Al parecer, están buscando futbolistas que jueguen gratis o con salarios inferiores a 200 euros mensuales, algo indignante y que puede denostar el nombre de Lucena a nivel deportivo después de la pésima imagen que se dio en Segunda B la pasada campaña cuando los jugadores lucentinistas se arrodillaban durante la segunda vuelta para reclamar el impago de hasta 6 mensualidades. En poco más de un año de gestión de Eduardo Bouzón y Javier Martí, quienes por cierto siempre han alardeado de su estrecha amistad con el polémico presidente del Córdoba, Carlos González, el Lucena ha caído al vacío de manera drástica sin demostrar sus herramientas económicas, deportivas y de planificación que hicieran soñar a los aficionados celestes con el ambicioso proyecto deportivo que vendieron, al que ellos pusieron un plazo corto para tratar de ascender a la Liga Adelante y potenciar la cantera para cimentar el futuro del club.

El capitán Jony Lomas hablaba en nombre de sus compañeros de la decisión de marcharse de forma casi mayoritaria (al parecer sólo los tres últimos fichajes, Juan Roldán, Cissé y Abou estarían dispuestos a quedarse únicamente), puesto que "estamos sin ropa para entrenar, el pasado miércoles en Utrera no pudimos comer. Estamos sin balones, sin agua para beber ni ropa nueva para jugar. La gente no se puede imaginar lo que estamos pasando. El jueves, el PDM de Lucena nos anunció que los 15.000 euros de subvención que restaban por abonar no se podían pagar por un embargo de la Seguridad Social. Desde ese momento, hablamos con Martí para ver soluciones y su reacción fue que lo mejor era marcharse, porque ellos no podían conseguir más dinero".

El capitán del Lucena admite que difícilmente irán a competir a Arcos el próximo fin de semana, toda vez que "no queremos aguantar un día más. Si seguimos aquí seremos lo mismo de profesionales que demostramos frente al San Fernando, pero los dirigentes nos han dado la palabra de que nos van a dar la carta de libertad este miércoles para que el 80-90% de la plantilla se marche". Y, finalmente, Jony Lomas ponía la diana directamente en los dirigentes madrileños, de los que argumentó que "aquí la culpa sólo la tienen Martí-Bouzón, que son los que pagan. Cuando llegué en julio me costaba entender que no se hiciesen al menos 200-300 abonados, pero ahora viendo cómo está la situación, no se le puede reprochar nada a la afición, porque tiene toda la razón".