Este Córdoba tiene los mismos problemas de base que hace tres jornadas. Uno más si nos acordamos de nuevo de Carlos Caballero. Las mismas limitaciones, las mismas dudas o las certezas de aquellos que se aferran a soñar como argumento, pero con menos papeletas de éxito que aquellos que compran los boletos adecuados. El fútbol es una gran mentira, pero no los sentimientos que genera. La foto de los jugadores en el vestuario tras la victoria (está en la página 37) no tiene trampa. Es un cambio de registro en toda regla. Lo que pasa es que el fútbol no premia a los gestores del día a día, sino a quienes tienen un plan y se adaptan a las circunstancias. Oltra lo ha visto rápido. En cinco partidos. No lo dirá en rueda de prensa, pero es consciente de que no tiene una plantilla para ir desahogado a por el objetivo. Sin embargo, lo defiende como si le fuera la vida en ello. Esa traslación al campo vale como ejemplo. En la defensa, unidos, está el secreto: cero goles en contra, dos victorias, seis puntos. Les vale.