Oltra pierde a Carlos Caballero hasta enero. Según acaba de informar el club, un error en la tramitación de la ficha del madrileño le deja fuera del equipo hasta que se reabra el mercado de fichajes. La entidad cordobesista lamenta la lentitud de la administración competente, que le ha dejado sin margen de maniobra para solventar el problema con el tránsfer internacional. Cabe recordar que Caballero estuvo la pasada temporada cedido en Veria griego. "No entendemos qué ha podido pasar. Sabemos que es un error del Córdoba Club de Fútbol. El problema es que tramitamos la licencia de Carlos el 14 de agosto. El día 19 nos devuelven la licencia tramitada y en la revisión que hace la Federación Española de Fútbol, se observa que falta un documento. Y ayer se nos comunica que se cancela la validez de la licencia", han informado fuentes del club.

Desde la entidad cordobesista, se apunta a que el error administrativo "no puede repercutir en ningún resultado, ya que el plazo para recurrir por alineación indebida es de 48 horas. Además, la licencia con la que ha jugado estaba valida por la Liga". Igualmente, no es como en el caso de una lesión de larga duración, que autoriza al club a poder realizar un fichaje fuera del período establecido. En este caso, no se abre la posibilidad de realizar incorporaciones.

"Ni solicitamos ni presentamos el tránsfer" al entender que al regresar tras cesión el jugador "volvía a su casa". Así pues, según el departamento de comunicación, "asumimos que es un error del club, pero nos sorprende que la Federación haya tardado tanto tiempo. Todos podemos cometer errores en el proceso administrativo, pero nos han informado cuando ya no podemos resolver".

El presidente le acaba de comunicar a Carlos Caballero su actual situación, en la que muy difícilmente podrá volver a jugar hasta enero ya que están cerrados los mercados de fichajes de las ligas que podrían interesar.

HISTORIAL

Es la segunda vez que Carlos Caballero pasará un largo período lejos de los terrenos de juego. La última vez fue en el año del ascenso, cuando un choque desafortunado con Obiora le rompió el ligamento cruzado y lo dejó en el dique seco casi ocho meses. Volvió a jugar un amistoso en Lucena, pero se le notaba temeroso y falto de confianza. Debutó un par de minutos en Primera y en invierno fue cedido a la liga griega, donde terminó de recuperarse de su lesión, como el mismo reconoció en sala de prensa.