El histórico entrenador cordobés de baloncesto Abilio Antonín Funes ha fallecido a los 72 años de edad víctima de una enfermedad súbita.

Abilio Antolín era un palentino de nacimiento pero cordobés de adopción que estuvo la mayor parte de su vida ligado al club Juventud, un equipo al que entrenó incluso en la segunda categoría nacional. También pasó por otros clubs como la Universidad Laboral, el Peñarroya o el Bar Moriles. En los últimos ejercía de asesor en las bases del club Bball.

Abilio Antolín dio en 1958 sus primeros pasos en el baloncesto cordobés al formar parte de los equipos de base de la Universidad Laboral. A Córdoba llegó con sus padres procedente de Sevilla. Con la Universidad Laboral llegaría a competir en la segunda categoría nacional de la época entre los años 1966 y 1968. Sus últimos equipos como jugador fueron el Córdoba OJE (69/70) y el DOSA (72/73).

Junto a Andrés López, fallecido hace dos años, y a otro pequeño grupo de colaboradores puso los cimientos y fundó el club Juventud en la temporada 74/75. Durante 25 años trabajó codo con codo con Andrés López para llevar al club de su vida a la segunda categoría en tres etapas diferentes (81/82, 86/88 y 1992/2002). Al primer equipo del club Juventud lo entrenó en Provincial, Tercera, Segunda y Primera B entre los años 1974 y 1982, 1983 y 1992 y en los inicios de la temporada 1993/1994. Posteriormente entrenó al filial entre los años 1995 y 1998 antes de abandonar el club de sus amores. Con el Juventud subió a Tercera en 1975, disputó una fase final nacional júnior (1978) y entrenó durante cuatro temporadas en la categoría de plata del baloncesto nacional.

Una vez fuera del Juventud entrenó al Peñarroya en Primera Nacional entre los años 2000 y 2002 en lo que fue su despedida como técnico en una categoría interprovincial.

En sus últimos años entrenó al Bar Moriles en la liga provincial y los Juegos Municipales y estuvo ligado a las bases del Bball.

Abilio Antolín se convirtió durante muchos años en un referente del deporte cordobés por su continua presencia al frente del primer equipo del club referente de la provincia. Respetado por todos, siempre era escuchado en cualquier lugar al que acudía por lo que representaba su figura. Entrenando o no, cualquier gala del baloncesto cordobés no era la misma sin su presencia. Con los años llegó a entrenar a su hijo, Abilio Antolín Muñoz, y hasta a su nieto, ya que el baloncesto era su vida y no podía vivir sin él. Pionero en casi todo en el baloncesto cordobés, llegó a entrenar a prácticamente a todos los que han sido algo en este deporte en las últimas décadas. Fue pionero hasta sacándose el título nacional de entrenador, pues fue el primero en tenerlo en propiedad en 1972.

Descanse en paz.