Una plácida semana en Campoamor con un epílogo más que preocupante. José Luis Oltra comentó ayer en redes sociales que se encontraba satisfecho del trabajo realizado en la concentración de pretemporada, una semana para trabajar en lo táctico, pero también "un tiempo de conocer y que te conozcan". Habló el técnico en algún entrenamiento de "familia‡", se llevó --de hecho-- a sus hijos a la última sesión y ha dejado claro desde su llegada que el aspecto anímico es fundamental. Tanto en la recuperación tras una temporada, la última, para olvidar como para afrontar el futuro. "Subimos todos, bajamos todos‡", insistió en una práctica de estrategia.

Han servido estos días, entre otras cosas, para que Fran Cruz se reivindique. Sus entrenamientos han sido impecables y en los partidos ha dado el nivel que se supone que ha de tener un central en Segunda. ¿El primer central? ¿El segundo? ¿El tercero? Solo la competición lo sabe, pero el cordobés gritó en el césped que puede ser uno de los cuatro y que el que llegue, en el hipotético caso de que deba salir, ha de ser de un nivel muy superior no solo al suyo, sino al resto. Arturo también se señaló en positivo, al igual que Markovic. El serbio, a la espera de la competición, marca niveles esperanzadores, al igual que Xisco. El balear, junto a Rodas y Víctor Pérez tenían permiso para viajar a sus lugares de residencia hasta ahora. En el caso del delantero, ha demostrado que llega con una actitud que genera ilusión. Asume el rol de goleador, de tener la mayor ficha del equipo, del objetivo de ascenso del club... Si el equipo funciona, puede ser su año.

Al contrario que el de Crespo. Si en abril se anunciaba su fichaje y dos semanas después este periódico desvelaba los motivos de su enfado por la operación y anunciaba un verano caliente, los empeños en que la cosa se enfriara fueron baldíos. Dio su mejor regate en la foto de familia antes de la despedida de Campoamor. Y fue un regate porque estaba allí en los instantes previos a la realización de la imagen. La situación debió reconducirse antes de su juego al escondite. Mucho antes. Ahora mismo, el Córdoba es una "familia" con uno menos.