Torrevieja: Óscar, Vicente, Eddy, Martín, Ricardo Cavas, Jorge, Lewis, Carrasco, Juanfran, Rafa Gómez y Luis Carlos. También jugaron: Rives, Dani (portero), Adrián, Burguillos, César, Gonzalo, Mateu, Germán, Pablo y Santos.

Córdoba: Juan Carlos, Fran Serrano, Fran Cruz, Deivid, Abel Moreno (46'), Markovic (46'), Adri Cuevas (46'), Paul Pineda (46'), Caballero (46'), Fidel (70') y Florin (43'). También jugaron: Ekeng (46'), Luso (46'), Arturo (46'), Nando (70'), Samu (46'), López Silva (46') y Xisco (43').

Árbitro: Pablo Alcocer (Orihuela). Amonestó a Fran Cruz (60').

Goles: 0-1 (21') Florin. 1-1 (36') Luis Carlos. 1-2 (65') Xisco. 1-3 (75') Arturo.

Incidencias: 5600 espectadores.

Con un resultado inverso, esto es, con un triunfo del Torrevieja por 3-1 ante el Córdoba, el análisis hubiera sido bastante parecido, por no decir igual. El conjunto salinero, que aunque no lo pareció jugaba su primer partido de pretemporada, le planteó al conjunto blanquiverde un partido para generar una jaqueca, y eso, cuando aún duelen las piernas, resultó insuperable. Se salvó la honrilla, esto es, el resultado, gracias a la calidad individual, sobre todo en la finalización. Pero el Córdoba dejó claro que aún queda mucho por hacer, ya que un Torrevieja con mucho ánimo y un par de jugadores que saben tocar y mover el balón, le supo entrar por dentro en algunos momentos y, cuando no lo conseguía, también lograba alguna incursión por fuera.

Lo que pareció un arranque animoso de los locales se prolongó más de lo debido, el trozo mayor de la primera parte. El Córdoba tiró de balón parado (bien por el trabajo en las sesiones, aunque pareció darle Florin con la mano), pero el Torrevieja equilibró con un golazo. La segunda parte iba por los mismos derroteros hasta que Xisco dijo "aquí estoy yo" y anotó el segundo en un toque asombroso. Ahí empezó a rajarse el toro salinero, se igualó el duelo, apareció un poquito más el Córdoba y Arturo dio la puntilla final en una jugada individual dentro del área.

Lo peor para el equipo de Oltra, la ausencia de reparto de espacios lógicos, sobre todo en el mediocampo; la falta de intención, bonita palabra que repite el técnico pero que ayer no se pronunció sobre el césped; la pérdida de la posesión en muchas fases del encuentro (salvo la última, exhausto el rival), y la ausencias de líneas juntas, compactas, que es el objetivo de este Córdoba en una más que incipiente construcción. Lo mejor, que aún queda más de un mes, varias incorporaciones por hacer y que llega la rutina del día a día de nuevo. Los siguientes exámenes, a buen seguro, aumentarán la media.