Los leones, sin Aduriz, son gatos. El gol del Athletic, en esta temporada, tiene nombre y apellido destacado. Aritz Aduriz está cuajando su mejor temporada anotadora. Disputadas 32 jornadas acumula 14 tantos. El problema para Valverde es que él es el gol. El único, Aduriz. Sus compañeros han reconocido a lo largo del campeonato que cuando el donostiarra no juega "al equipo le falta gol".

Aduriz se ha perdido por lesión o sanción, seis partidos de Liga. En la suma de todos ellos, el equipo rojiblanco tan solo ha marcado tres goles. Y apenas ha logrado una victoria, frente al Almería. El resto de rivales --Real Madrid, Valencia, Córdoba, Deportivo de La Coruña y Espanyol-- ha logrado puntos: cuatro derrotas del Athletic y un empate es el saldo para los bilbaínos.

Este pobre balance es exportable a toda la temporada. La dependencia de los goles de Aduriz sitúa al Athletic en la zona baja de la tabla en lo que a goles marcados se refiere. El conjunto rojiblanco acumula 32 tantos. Con una cifra parecida están, por ejemplo, el Getafe o el Levante, ambos peleando por el descenso, mientras que los bilbaínos sueñan con esa séptima plaza que podría darles opción a jugar en Europa.

El último ejemplo de esa dependencia de Aduriz se refleja en las dos últimas jornadas. No es tan solo que el veterano delantero haya anotado el 44% de los goles de su equipo. Es que cuando él no está en el campo nadie puede asumir su papel. Mientras que en San Mamés ante el Getafe fue el encargado de abrir la lata y rubricar su media goleadora con respecto a los suyos (anotó dos de los cuatro que cerró la goleada a los azulones), en la jornada anterior, en Cornellá-El Prat, los de Valverde cayeron por la mínima (1-0) con el donostiarra en casa por sanción. Valverde se ha esforzado en buscar alternativas. Borja Viguera no comenzó con buen pie y, para colmo, en los últimos meses ha padecido diversas lesiones musculares que han obligado al cacereño a buscar diversas variantes. Una, la del comodín De Marcos, que recientemente reconocía en tono jocoso que "a veces no sé de lo que juego", ya que su técnico le ha empleado en el lateral, por banda, en el mediocampo y en la vanguardia. También ha debido tirar incluso del joven Williams, que debutó precisamente en el encuentro de la primera vuelta ante el Córdoba, que supuso el primer triunfo de los blanquiverdes en esta Liga. Entonces ya se vio la dependencia que padecen los rojiblancos con la presencia del donostiarra sobre el campo, ya que sin él sobre el verde tan solo Susaeta, Etxeita y Mikel Rico han conseguido anotar algún tanto.

En aquella inolvidable victoria de los cordobesistas se vio la desesperación de Valverde, que comenzó con De Marcos en el lateral y, progresivamente, a medida que introducía cambios, hizo que el de La Guardia finalizara como delantero centro. Acumuló varias ocasiones, sobre todo por alto, pero ya entonces se percibían los problemas de los leones en los últimos metros cuando el donostiarra no estaba sobre el campo. Mañana, si no ocurre ningún imprevisto, Aduriz sí estará sobre el césped de El Arcángel. Y eso supondrá un gran problema para el Córdoba de Romero.