José Antonio Romero: "El equipo todavía no está muerto, en dos semanas podemos pasar a planta"

--El que tiene que estar agradecido soy yo a vosotros, que tengáis este tiempo y esta dedicación hacia mi persona y, sobre todo, al puesto que ostento de entrenador del primer equipo.

--Se dijo en su momento que lo de los entrenamientos a puerta cerrada era orden de Albert Ferrer. Sin embargo, se han ido sucediendo los entrenadores y siguen siendo sin público.

--Bueno, se ven partes del entrenamiento. Hay situaciones que no podemos tenerlas de cara al público, pero en lo sucesivo puede haber más. Necesitamos nuestro espacio y que el jugador se encuentre lo más natural posible para que puede alcanzar ese rendimiento que necesitamos ahora mismo, con el inconveniente del espacio y la reducción que tenemos del tiempo.

--Son 10 partidos, ¿da tiempo?

--Da tiempo a todo. Tengo un dicho: 90 minutos de sacrificio y uno de inteligencia, estar muy listo para poder solventar la situación y el encuentro.

--Siempre ha defendido los valores del club, del escudo, de la camiseta. ¿Cuáles son?

--La entidad, el Córdoba Club de Fútbol ya de por sí tiene un eslogan que es pasión. Te lo define por completo. Y lealtad. Lo tienen los socios y lo tienen que tener los jugadores. Y esa determinación tiene que estar emanando por todos los canales del club y tiene que llegarle a todos los jugadores lo mismo que le llega a la afición. Y el respeto. Respeto al club, respeto a la entidad, y la afición. Es recíproco.

--¿Y los jugadores cedidos y extranjeros son conscientes?

--Es mi obligación hacerles ver esa determinación y ese compromiso. Se los repito diariamente. Y lo que significa el Córdoba.

--¿Y lo saben?

--Se están llegando a enterar ahora mismo. Yo se lo estoy transmitiendo diariamente.

--¿Antes no tenían ni idea?

--Me refiero a lo que es la gestión que yo estoy realizando. De ahí para atrás habrán tenido también su línea y su trabajo. Yo se lo estoy transmitiendo desde el minuto uno, porque es fundamental. Si no hay eso, si no hay compromiso, si no hay confianza, no hay absolutamente nada.

--Confianza, implicación... pero hay expedientes abiertos a cuatro jugadores que se fueron de fiesta tras una derrota dolorosa. ¿En qué puede quedar?

--De una simple amonestación verbal a una sanción, dependiendo de la catalogación.

--Hay otros tres nombres propios: Nabil Ghilas, Fede Cartabia y Florin Andone. ¿Usted va a contar con Ghilas?

--Sí, Nabil está totalmente. Es jugador activo del Córdoba y a Fede le pasa igual. Lo único que tienen unas condiciones individuales y lo que estamos intentando es encauzarlas y que se conviertan en un equipo. Ellos por sí solos, individualmente, tienen su aportación, pero estamos intentando convertirlo en nosotros para que el equipo esté cada vez más fuerte y ellos tengan un grado de rendimiento mucho mayor, porque su rendimiento hasta ahora no ha sido el idóneo. Y ellos lo saben. Estamos intentando encontrar el acuerdo en el que ellos, cuando salgan al campo, lo den todo.

--¿Y lo mejor es dejarlos fuera de lista o en el banquillo?

--La mejor forma es que lo entiendan y que trabajen. Les hemos transmitido que para ganar y competir tenemos que trabajar. Tenemos que ganar trabajando a través del equipo.

--Hable de su dibujo. ¿Va a pasar a su 4-1-4-1 o le dará continuidad al 4-2-3-1?

--Adaptabilidad. Ahora mismo tengo unos recursos que no he tenido anteriormente. Intento adaptarlos a los jugadores que hay en la plantilla para sacarles el máximo rendimiento. No es geometría de decir un sistema otro. Va haber un sistema que nos va acarrear un equilibrio y lo podemos catalogar de la forma que queramos, pero va a estar definido: habrá una línea defensiva de cuatro, un centro del campo fuerte y equilibrado, y una zona de finalización con mucha presencia para crear ocasiones cada vez que tengamos el balón.

--¿Un centro del campo fuerte ha sido lo que ha faltado?

--Nos ha faltado gol, y en ocasiones, hasta suerte. Vamos a intentar recuperar un equilibrio y mantenerlo para poder ser más competitivos. Tanto Chapi como Djukic han mantenido su criterio: una línea de seguridad y equilibrio que a la hora de competir nos ha hecho estar algo más débiles. Vamos a intentar con los perfiles que tenemos alcanzar ese grado de equilibrio para ser competitivos.

--¿Aguantar atrás?

--Que cada vez que tengamos el balón hay que finalizar.

--Finalizar... Bebé suele finalizar desde 30 o 40 metros.

--Estamos intentando que sea cada vez más próximo a zona determinante y zonas de alta finalización. Falta precisión.

--¿Y sobra individualidad?

--Eso se está intentando corregir para ser un equipo creíble.

--¿Y en ese equipo, qué papel va a tener Florin Andone?

--Reúne todos los condicionantes: lealtad y reconocimiento hacia lo que es el Córdoba. Es un referente a reforzar.

--¿Han preguntado ya por él otros clubs?

--Sí, pero no te puedo informar.

--Salvo presidente ha ejercido casi todos los puestos. Ahora es director de la ciudad deportiva. ¿Qué funciones tiene?

--Toda la coordinación de un recinto donde se tiene que realizar la función más importante de este club, que es el fútbol: desde el primer equipo hasta la escuela. Mi responsabilidad será salvaguardarla.

--Pero no existe.

--Está en trámites.

--En trámites lleva ya mucho.

--Si dependiera de nosotros estaría ya funcionando.

--El club, ahora, de una forma u otra, es Carlos González. A usted, más que un hombre de club, se le ha considerado un hombre de González.

--No estoy de acuerdo. Llevo en el club desde la temporada 95/96 y con Carlos González llegue en la 2011/12. Ve en mí un referente. Todo lo que me ha solicitado lo he intentado trabajar y trabajo para para mejorar el club. Por lo tanto, si me catalogan hombre de Carlos González me están catalogando como hombre del Córdoba.

--González ha sido capaz de poner al Córdoba en Primera. Sin embargo, no hay empatía.

--Eso es problema de la propia idiosincrasia de Córdoba. A mí me tachan de ser de González. Claro que soy de González, yo soy del Córdoba Club de Fútbol, pero además, estoy orgulloso de trabajar con una persona que me ha dado un reconocimiento y, encima, me facilita que colabore en una gestión deportiva.

--¿Ha recibido usted críticas?

--Nunca hay nadie que se ponga de acuerdo porque se coloca a fulano o qué méritos ha tenido. Yo soy un hombre del club, y si no lo saben, a lo mejor no están de acuerdo con el nombramiento de una persona que no tiene ese nombre o ese prestigio que necesita esta ciudad para poder llevar al club.

--Lo cierto es que su aval era ser colista de Segunda B.

--Ha sido una apuesta del grupo en una situación bastante complicada. La gente del club creo que estamos capacitados para afrontar cualquier situación y lo vamos a demostrar y los resultados hablarán por nosotros.

--¿Cuál es el problema la gestión o la mentalidad?

--Que el jugador alcance un estado mental más equilibrado.

--¿Se está preparando el equipo de Segunda?

--Matemáticamente todavía hay posibilidad. La muerte súbita no ha existido todavía. Desde que nosotros llegamos, sigue respirando con máquina, pero el corazón late e, incluso, llega a comer solo, no hay que metérselo por sonda al enfermo. A lo mejor, de aquí a una semana o dos, que podemos tener enfrentamientos domingo, miércoles y domingo, podemos pasar a planta o al hospital de día.

--¿Le han dicho ya que le equipo huele a muerto? Por la metáfora.

--Todos lo dan por muerto. Tengo a un equipo muerto (se ríe).

--Por curiosidad, ¿qué le dijo David Moyes?

--En inglés simplemente thank you . No me dijo nada más. Estaba delante de una persona que acababa de llegar a la nueva categoría y las pocas referencias que la habían dicho es que era un entrenador que viene de abajo y que viene a entrenar al equipo por las necesidades del guión.

--¿Y eso es usted?

--Claro, yo vengo desde abajo, lógicamente. Y he llegado para cubrir las necesidades del primer equipo a petición de la dirección del Córdoba.

--¿Y lo de ponerse de cuclillas?

--Por la propia tensión del partido. Y que el jugador vea que aunque uno se ha caído se puede levantar tantas veces como sea necesaria.

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