El mal rato que se supone que pasó Josep Maria Bartomeu al comparecer en la Audiencia Nacional por el fichaje de Neymar se repitió ayer después de que trascendiera el contenido de esa declaración. El presidente del Barça tuvo que salir al paso para negar que hubiera atribuido al fallecido Tito Vilanova que la adquisición tuviera que adelantarse un año y eso provocara un sobrecoste en la operación.

Bartomeu explicó ante el juez Pablo Ruz que el fichaje de Neymar estaba previsto para el verano del 2014 y que Tito Vilanova pidió anticiparlo un año. Lo repitió tres veces: a preguntas del juez --"era una petición del entrenador e intentamos atenderla"--; del fiscal --"nuestro entrenador estaba enfermo y fuimos a visitarle a Nueva York"-- y del abogado del Estado, extrañado por que se acelerara el fichaje de Neymar cuando el equipo acababa de proclamarse campeón de Liga y era "una máquina". "No tanto, ya", matiza Bartomeu, antes de apuntar que Tito desconocía el posible encarecimiento.

"Nos pidió un central y al delantero Neymar, explicándonos que solo tenemos un jugador desequilibrante, que a David Villa no le quiere, que prefiere que se vaya y fichemos a Neymar", relata el presidente del Barça, situando la conversación en febrero del 2013 y en el marco de una visita de él y Rosell a Nueva York donde Tito, fallecido en abril del 2014, "está haciendo quimioterapia tras la operación".

Las alusiones a Tito solo son tres. Más numerosas son las referencias exculpatorias de Bartomeu, achacando a los ejecutivos y asesores del bufete Cuatrecases la redacción de los contratos. Al Barça y a sus dos últimos presidentes se les reclaman 62,2 millones y petición de cárcel de 6,9 años a Rosell y 2,3 a Bartomeu.

"MALA INTENCION" El presidente actual aclaró que hizo una descripción cronológica del proceso del fichaje y que en ningún caso responsabilizó a Tito del sobrecoste de Neymar, calculado en base al pago de 40 millones en el verano del 2014 porque era cuando quedaba libre y eso se había acordado con el padre. Solo le atribuyó la petición del fichaje.

"Ha habido una mala interpretación y una muy mala intención", clamó el dirigente. Cinco horas después de tan contundente mensaje --"no permitiremos que nadie juegue con la figura de Tito Vilanova", insistió--, el Barça emitía una nota pública. La novedad era que pedirá al juez que investigue la filtración de la declaración judicial.