Desde el mismo lunes, a 50 kilómetros de la meta de Calella, los directores de equipos como Sky, Tinkoff y Movistarcomenzaron a lamentar el haber reaccionado tan tarde a la escapada de tres que llegó a tomar más de 10 minutos de ventaja. De tapado viajaba en la misma Bart de Clercq, un belga con experiencia en Tour, Vuelta y Giro, con una gran victoria de etapa en la montaña de la ronda italiana, pero sin pedigrí aparente ni para ganar laVolta a Catalunya ni para apuntarse un triunfo de mérito en su palmarés.

Los ciclistas utilizan un término coloquial cuando se refieren al corredor que, sin ser un gran escalador ni una figura de primera línea, resiste las embestidas de los grandes líderes. "Ha apretado el culo", acostumbran a decir. Saber sufrir sobre la bici, concentrarse, vigilar las pulsaciones, no cebarse, subir a ritmo y tratar de aguantar… hasta que el cuerpo diga basta. Y el de De Clercq, ciclista del Lotto belga, ha soportado este jueves todas las aceleraciones hasta que Alberto Contador ha tensado la ronda catalana, ha pasado al ataque y ha ido a la busca y captura de un jersey verdiblanco que desde la cima de la Cerdanya tiene como propietario a un belga que se propone administrar sus 21 segundos de ventaja para llegar triunfador el domingo a Barcelona.

Contador ha puesto la fuerza, suyo es el espectáculo, aunque quizá no se encuentre tan fuerte como hace un año. A lo mejor se ha precipitado, con el viento de cara, en un ataque que se presumía demoledor pero que no le ha servido para capturar al estadounidense Tejay van Garderen, vencedor en La Molina, y a un cauto Richie Porte, aupado por un Sky con Chris Froomefuera de combate, que ha sabido administrarse para demarrar en los metros finales al madrileño y quitarle cinco segundos que, según como vayan las cosas en las tres etapas que quedan, pueden ser de oro.

Pablo Lastras, con fractura de pelvis

Alejandro Valverde ha cedido un poco más de tiempo, el día en el que su compañero y 'capitán de ruta' Pablo Lastras se ha estampado en la bajada de Coubet y ha sufrido una fractura de pelvis que le obligará a estar dos meses de baja. Pero lo realmente extraño y casi inexplicable ha sido lo de Froome, que ha llegado a La Molina a casi 28 minutos, en el pelotón del 'autobús', con los velocistas y los que no se juegan nada, algo absolutamente inhabitual en un corredor que siempre pelea, que nunca se deja ir y hasta cierto punto preocupante.

La Volta llega este viernes a Valls con un Lotto que tendrá que pelear y esforzarse, sin excesivos medios, para controlar los azotes de los Sky y los Tinkoff, de Porte y de Contador, sin olvidar a Dan Martin, vencedor en el 2013 ante el ausente Purito Rodríguez.