Como el doctor Jeckyll y mr. Hyde, el Barça es este año un conjunto absolutamente impredecible. Un equipo casi inexpugnable en casa pero que se empequeñece fuera, especialmente en Liga, como volvió a ocurrir el domingo en Valencia, donde cayeron con estrépito (93-73). Tras el encuentro, Alex Abrines pidió perdón a la afición. "No lo sabía pero deberíamos pedir perdón todos", sentenció ayer Xavi Pascual. "El equipo suspendió con nota baja en Valencia. Lo que no puede hacer este equipo es dejar de luchar. Este año ha pasado tres veces y no puede volver a ocurrir nunca más", insistió el técnico azulgrana, que aireó su malestar y confía que hoy en la pista del Zalgiris (18.45 horas) su equipo muestre una actitud bien distinta en un partido que puede ser clave para amarrar el factor pista cuartos de la Euroliga.

Pero, ¿cuál es el motivo para entender lo que le pasa? ¿Cómo puede ser que el campeón de Liga sume más derrotes que victorias fuera de casa en la ACB? ¿Es solo el virus Euroliga? "Influye un poco todo, es multifactorial pero se está repitiendo, el único mensaje que podemos enviar no es el porqué sino que no puede volver a pasar. Podemos perder o ganar, tener un día mejor o peor, pero no podemos encajar un 13-2 en los últimos cuatro minutos y medio", destacó Pascual antes de poner rumbo a Kaunas. "Justificar lo que nos pasa en la ACB puede llegar a cansar a la gente", asumió el entrenador antes de lanzar un mensaje a sus pupilos. "Cada uno ha de reflexionar y quizá prepararnos mejor mentalmente. Si seguimos perdiendo partidos así, se nos puede complicar la competición". En Europa, pese al mal inicio del Top 16, la actitud está siendo muy distinta. "En la Euroliga mostramos mejor cara porque tenemos la sensación de que todos los partidos son decisivos. En Kaunas tenemos que demostrar carácter y dureza, física y mental, para ganar. Ahora, en función de lo que ocurra en Kaunas, veremos si tenemos opciones de luchar por la primera plaza del grupo con el Madrid".

Ganar esta tarde permitiría a los azulgranas seguir soñando con el primer puesto de grupo. A falta de tres jornadas para el final del Top 16, el Barça tiene una victoria menos que el Madrid, al que recibe la próxima jornada en el Palau. Además de ganar hoy, tendría que imponerse por 25 puntos a los blancos para recuperar el basket-average.

Pero antes de la gran cita de jueves santo (2 de abril), necesita deshacerse del cuadro lituano. Los hombres de Pascual saben que no les espera un choque tan plácido como el del Palau, donde ganaron por 17 puntos.