El Córdoba emitió ayer un comunicado referente al encuentro del próximo 4 de abril ante el Atlético en El Arcángel. En el mismo, se informaba de que las localidades se ponían a la venta desde ayer y hasta el descanso del encuentro "en el horario habitual de taquillas (9.00 a 14.00 horas y de 17.00 a 20.00 horas)". Asímismo, la entidad blanquiverde proseguía que "a los efectos del control establecido por la LFP, todas las entradas de la zona asignada a la afición visitante serán vendidas por el club Atlético de Madrid, al que se las remitirá el Córdoba". El último párrafo era el de la discordia, ya que el Córdoba finalizaba el comunicado avisando de que "en cumplimiento de la normativa vigente, los aficionados que compren entradas para zonas no habilitadas como visitantes y que porten elementos que les identifiquen como seguidores del club Atlético de Madrid, no podrán permanecer en ellas y podrían ser desalojados de las mismas sin posibilidad de reubicación en otros lugares del estadio". Ese último aviso levantó revuelo incluso a nivel nacional y según pudo saber este periódico de fuentes de la propia LFP, la patronal se puso en contacto con el club blanquiverde para hacerle saber que ese "desalojo" no era posible en base, precisamente, a la normativa vigente, aunque sí reubicación o desaparición de los distintivos del equipo contrario al local. En todo caso, fuentes de la entidad blanquiverde indicaron ayer que el comunicado iba encaminado, al igual que con otros clubs con aficionados problemáticos, a intentar controlar en lo posible a los grupos radicales, en este caso del Atleti.