La mejor entrada de la temporada (98.760 personas), un mosaico que cubrió todas las butacas del estadio, victoria sobre el Madrid y cuatro puntos de ventaja en la clasificación. Entusiasmo en el césped por haber aumentado la distancia sobre el rival más directo y entusiasmo en la grada por un triunfo que peligró y que luego pareció corto. El valor añadido al éxito del domingo es que durará las dos semanas del parón por las selecciones. Los culés rumiarán la alegría y los madridistas maldecirán la indigestión por la derrota.

"Estamos donde queríamos estar", dijo Luis Enrique, en un mensaje que suscribirían todos los culés: líderes en la Liga, finalistas de Copa y cuartofinalistas de la Champions. El técnico se acostó feliz y quiso compartir su estado. "Lunes de descanso. Muchas gracias a todos los culés por el gran apoyo. Juntos somos más fuertes!!!!", escribió en su cuenta de Twitter, que ilustró con la imagen del mosaico. Luis Enrique descansó, mientras media plantilla se desperdigaba por medio mundo para afrontar los partidos de selecciones.

SIN DORMIR Algunos de los internacionales no descansaron, entre la tensión dominical y el madrugón. "No acostumbro a dormir después de los partidos, y cuando se trata del clásico, mucho menos", confesó Neymar en París, donde Brasil se enfrentará en un amistoso a Francia. Luego se medirá el once chileno de Claudio Bravo, en Londres. Messi y Mascherano viajaron a Estados Unidos, donde Argentina se enfrentará a El Salvador y Ecuador.

Los convocados españoles reciben a Ucrania el viernes (valedero para la Eurocopa) y visitarán a Holanda (31 de marzo). Los seis del Barça (Piqué, Bartra, Alba, Busquets, Iniesta y Pedro) se reencontrarán con los cuatro madridistas (Casillas, Ramos, Carvajal e Isco) para hacerles revivir una derrota cruel. "Estamos jodidos", confesó Ramos, que había situado el clásico en el plano dramático: "Nos jugamos el honor".

LA RELACION DEL TRIDENTE En contraste con la decepción del vestuario blanco, Piqué destacó la relación entre Messi, Neymar y Suárez, los tres astros de la delantera. "Llevo siete años en vestuarios profesionales y es lo nunca visto", explicó el defensa del Barça a Globoesporte, sobre lo que podía haber sido una bomba de relojería. "Estamos hablando de tres de los mejores jugadores del mundo y todos los grandes tienen su ego, pero su relación es realmente especial. Se están llevando muy bien, hay una gran solidaridad y eso se nota sobre el terreno de juego".

Suárez, el más contento de todos por haber marcado el gol decisivo, "el más importante que he anotado con el Barça", no se marchó para jugar el amistoso Marruecos-Uruguay. El seleccionador, Oscar Tabárez, prefiere convocar solo a los jugadores que podrán participar en la Copa América del mes de junio. Suárez aún arrastrará la sanción de la FIFA. Sus esfuerzos se centran en el Barça y rematar una Liga que aún no ve ganada. Ayer, feliz por haber disfrutado del clásico como participante y no como espectador, todavía pagaba el esfuerzo . "Perdí cuatro o cinco pelotas al final porque el cuerpo ya no respondía", admitió en Rac 1.

Tampoco ve la Liga ganada Johan Cruyff, prudente pese la distancia alcanzada sobre el Madrid. "Es fantástico jugar un partido malo y ganarlo, que es lo más importante", destacó el exentrenador en una jornada benéfica de su fundación, que ahora colabora con el Barça. "Disfruté con el resultado, con el juego, no", confesó Cruyff, alineado con el sentir de muchos culés.