El top ten está al alcance de Carla Suárez. El objetivo que la tenista canaria se había fijado esta temporada está en su punto de mira, y más desde que ayer apareciera ya en el puesto 12º del mundo en el ránking femenino, su mejor clasificación desde que debutó como profesional (ver gráfico). La diferencia entre ella y la alemana Andrea Petkovic, actual número 10, es de 1.380 puntos. Pero la inminente llegada de la temporada de tierra va a ayudar a Carla Suárez en ese ambicioso reto.El torneo de Miami que empieza hoy es la última estación que Carla debe superar antes de entrar en su territorio preferido, en el que el año pasado logró el primer título de su carrera (Oeiras) y donde logró sus mejores resultados, con una tercera ronda en Madrid y cuartos de final en Roma, Roland Garros y Stuttgart.Estrategia y nueva raquetaLos resultados conseguidos este año, tras alcanzar los cuartos de final en cuatro torneos de cemento (Brisbane, Sídney, Dubái e Indian Wells), una semifinal en Doha y llegar a la final en indoor en Amberes, donde no pudo jugar por una tortícolis, son la prueba de su progresión tenística.Carla Suárez ha logrado una regularidad y una eficacia en la pista que la han llevado a ser la primera tenista española que alcanza un ránking tan alto desde los ya lejanos tiempos de Arantxa Sánchez y Conchita Martínez (año 2000). «Esta temporada he dado un paso adelante tanto a nivel estratégico como mental», explica la actual número 1 española.«Priorizar el tenis. Sacrificarse y hacer un gran trabajo técnico y físico en la pretemporada». Son las claves que enumera Xavi Budó, su entrenador, para explicar el salto de Carla. «Ha conseguido un nivel muy bueno y empieza a creer que puede luchar por sus ilusiones», dice el técnico que, junto a Marc Casabó, ha guiado a la tenista canaria desde que con 15 años se afincó en Barcelona para iniciar su carrera profesional.Además, Carla Suárez ha tenido esta temporada la valentía de pasar a jugar con una raqueta de marco más grande, que le permite aumentar su potencia de juego y así plantar cara a las mejores. «Una decisión fundamental para la evolución de su juego», dice Budó. Y los efectos positivos de su valentía ya han dado el primer premio con ese número 12 mundial que estrena.