El delantero uruguayo Luis Suárez decantó el clásico del fútbol español a favor del Barcelona, que se impuso por 2-1 a un Real Madrid superior en la primera mitad. El Barça aumenta así su ventaja como líder, con cuatro puntos por delante respecto a los madridistas.

El encuentro fue de un sufrimiento constante, debido a que los dos equipos disfrutaron de numerosas ocasiones para llevarse el partido. En la primera, el Madrid desperdició la ocasión de haber encarrilado el encuentro y, en la segunda, fue el Barça el que pudo haber dejado el tanteador más holgado.

Intensa primera parte, sin descanso alguno, en la que los dos equipos lo echaron todo, aunque en el global, a pesar del empate (1-1), fue el Madrid el que suscribió los mejores momentos, especialmente en el tramo final, en el que incluso se regodeó con acciones espectaculares.

Era el minuto 13 y había un mensaje claro en el campo: el Barça se enredaba en el centro del campo, sin un Xavi (en el banquillo) que diese sentido al juego o un Busquets (también en el banco) que frenase la ofensiva rival, mientras que al Madrid le costaba casi nada llegar a las inmediaciones de Bravo.

CHISPAZO AZULGRANA La reacción azulgrana llegó en un chispazo, el que originó Messi enviando un balón al área en una falta que conectó de cabeza con precisión un actor inesperado, Mathieu (1-0), después de que la zaga madridista hiciese más caso al movimiento de Piqué y descuidase al otro central.

Un premio que podría haber aumentado para los azulgrana cuando en un disparo errático de Luis Suárez el balón acabó en el dominio de Neymar pero el brasileño no reaccionó bien y su chut acabó en las manos de Casillas, que ya se sentía batido.

El 2-0 fue una ilusión que se desvaneció a los pocos segundos, cuando el conjunto madridista armó un contragolpe, el balón le cayó a Benzema, quien resolvió el pase a Cristiano con un taconazo y el portugués echándose al suelo envió el balón al fondo de las mallas (1-1).

Tras el empate, el Madrid dio el paso adelante que le iba a colocar casi insistentemente en el área azulgrana, donde vivió también algo angustiado por la incapacidad que tuvo para marcar el 1-2, en un disparo de Modric, en un gol anulado a Bale por un fuera de juego de Cristiano, otro disparo del portugués y uno final de Bale en el 43 que acabó con el balón rozando el palo.

El equipo blanco entendió que el Barcelona no le iba a hacer daño por lo que generase el centro del campo, porque la creación era escasa y nunca tuvo superioridad, y además Messi estaba muy desconectado, sin encontrar su posición ni asociaciones.

En el minuto 4 de la segunda parte, el Madrid volvió a estar desacertado en la finalización de Banzema, cuando los blancos habían tejido una buena acción ofensiva. Después de vivir unos minutos sin producir nada en el centro del campo, el Barça se inventó un pase desde el lateral, donde Alves vio a Suárez, quien cruzó el balón por raso batiendo a Casillas (2-1) en el minuto 56.

TENSION Y CONTACTOS Modric, Kroos e Isco, no obstante, volvieron a tomarle el pulso al partido, controlando el centro del campo pero sin un final feliz en el área azulgrana. El partido entró a partir del 60 en una fase de tensión y contactos, que arrancó con una entrada de Mascherano a Cristiano, quien desde el suelo le respondió con una patada. En la siguiente acción, en un salto, Iniesta puso el codo a Ramos, que tuvo que ser atendido. El central andaluz vio la amarilla poco después por una entrada. Estos momentos de fricción le fueron bien el Barça para atenuar a un Madrid que le había comido el terreno.

Ancelotti cambió de centrales en el 72, entrando Varane en lugar de Pepe, y en el primer desajuste por el centro, Messi tuvo la ocasión de marcar gol. Neymar, al minuto, volvió a fallar en una aproximación de Messi, que le sirvió el balón en bandeja.

El Barcelona también movió el banquillo, tres minutos después, para dar entrada a Busquets y sacar a Rakitic.

OPORTUNIDADES Benzema en el 32 disparó desde fuera del área, el balón tocó en el talón de Piqué y Bravo hizo la parada de la noche, desviando a córner. Un aviso del que el Barça tomó nota. Luis Enrique volvió a mover el banquillo para dar más control al centro del campo, y entró Xavi, mientras que Ancelotti sumó efectivos en ataque con la entrada de Jesé por un cada vez más apagado Isco.

Casillas, en el 40, sacó una mano ganadora el despejar un balón que se colaba tras un disparo de Alba, producto de una buena combinación con Messi que le habilitó en el área con un pase avanzado. Al minuto siguiente, nuevamente Casillas realizó un paradón echándose al suelo en un disparo de Messi.