El Córdoba llegó ayer a mediodía a Bilbao y, por carretera, se desplazó hasta San Sebastián. Allí, la expedición blanquiverde almorzó, descansó, merendó y se fue a entrenar. Llegó algo tarde a las espectaculares instalaciones de Zubieta, debido a que José Antonio Romero se alargó en su charla previa a la sesión de activación y los empleados de la Real encargados de recibirles aguantaron el chaparrón con filosofía.

Siete campos (seis de hierba natural) dispone la Real en su ciudad deportiva. El principal, con una tribuna para unos 2.000 espectadores, es en donde habitualmente juega el Sanse. O jugaba. Desde la llegada de David Moyes, el filial donostiarra juega en el Z-7, ya que el escocés no quiere que se toque ese campo. Ni el Z-6 y, en ocasiones, tampoco el Z-5. "A veces divide al equipo y trabaja con los delanteros, solo con ellos, la estrategia de ataque". En otras ocasiones, el técnico donostiarra empieza la sesión en un campo y la termina en otro. Aún resuenan en Zubieta sus quejas después de llegar a entrenar un lunes y ver que en el campo en el que se iba a entrenar se había jugado el día anterior. Así que ni una más. Al menos tres campos están siempre disponibles para el primer equipo, que ha ido remontando en la tabla y dista mucho de aquel equipo que dio tan mala imagen en El Arcángel, en octubre. Moyes, que parece que continuará, tendrá la próxima temporada el Z-8, otro rectángulo arrancado a una campa en el monte sobre el que se ha edificado Zubieta.

Ambiente distendido

Miraban los jugadores blanquiverdes las instalaciones con cierta envidia. Romero se había entretenido en la charla y llegaron ayer con retraso. A pesar del frío y de la lluvia que cayó durante toda la tarde, el ambiente parecía distendido. Incluso el míster se permitió alguna broma con Zuculini y Pinillos.

Algo más de una hora de práctica sobre un césped prácticamente perfecto a pesar de que "en febrero llovió todo el mes, menos un día", comenta un operario del club blanquiazul, y en lo que se lleva de marzo ha caído agua dos de las tres semanas. Hoy, partido y tras el mismo, paliza de viaje en el autobús oficial. Córdoba y San Sebastián... Demasiadas distancias.