El Córdoba sigue buscando en este mercado invernal para reforzar la punta de ataque. Un delantero está en la agenda de la dirección deportiva. Precisamente, la referencia arriba ha sido, hasta el momento, el mayor acierto del club en la confección del mercado con la aparición el último día de agosto de Nabil Ghilas. Pero ni Havenaar ni Xisco han encajado en este equipo. Así, Djukic, mientras llega y no llega el nuevo delantero ha mirado hacia el segundo equipo para pescar a uno de sus mejores jugadores: Florin Andone.

Fue el segundo fichaje en verano. El rumano, que ya sonó en el pasado invierno, había sido internacional en las categorías inferiores de su país y llegaba procedente del Villarreal B, aunque la temporada anterior estuvo cedido en el Atlético Balear.

Prácticamente desde su llegada, tanto Romero como primero Ferrer --para amistoso-- y después Djukic --para Liga y Copa-- han tenido muy en cuenta al rumano, pese a que las lesiones le han impedido estar hasta en ocho comparecencias con el filial. Tras la llegada del serbio, Florin comenzó a participar cada vez más en los entrenos de la primera plantilla hasta convertirse en un fijo pese a haber una plantilla sobredimensionada.

Djukic siempre lo ha valorado, de ahí que tras su debut soñado, Florin se acordase del técnico. "Estoy muy agradecido al entrenador por darme la oportunidad de debutar en Primera", decía aún jadeando a la televisión.

Florin lleva los mismos goles con el B que con la primera plantilla, 2, el de ayer y el de Copa. Su movilidad, algo destacado por Djukic, permitió a Ghilas actuar libremente en banda formando una dupla que habrá que probar ante un rival con más argumentos. Pero el lunes, por lo pronto, funcionó.