Mientras Xabi Alonso se despedía ayer en la sala de prensa del Bernabéu, el entrenador del Bayern de Múnich, Pep Guardiola, le daba la mejor de las bienvenidas. "Necesito la visión de Xabi, su velocidad mental, sus pases, no solo laterales", dijo ayer en rueda de prensa Guardiola, que alabó la cualidades del ya exjugador madridista: "Todos le conocemos. Tiene una gran personalidad, es un gran profesional y muy inteligente".

En Madrid, dos horas después de que el club blanco hiciera oficial el traspaso, Alonso explicó que después de ganar la décima sintió que había cumplido un ciclo y necesitaba nuevos estímulos para seguir rindiendo al máximo nivel. Y nada mejor que el Bayern de Guardiola, con quien no tardó ni un minuto en ponerse de acuerdo cuando este se puso en contacto con él para ver su disponibilidad. Un paso muy reciente, según el futbolista, quien rechazó que la llegada de Kroos y el papel secundario al que podía ser relegado hayan resultado claves para aceptar la oferta y pedir al Madrid que no pusiera más trabas que los 10 millones que el club blanco va a cobrar. "No ha sido por una rabieta. Ha sido una decisión muy meditada. Sé que aquí tenía la confianza y hubiera jugado mucho... Quería ser honesto conmigo y con el club. Ni el presidente ni el míster querían que me fuera. Ha sido una decisión mía que ellos no compartían aunque entendían que yo quisiera empezar un ciclo nuevo", señaló Xabi Alonso en su despedida.