Resuelto el futuro de los cuatro magníficos para los dos próximos años, el paddock del Mundial se agita alrededor de los técnicos o jefes de mecánicos de esas estrellas y de los futuros equipos que reaparecerán en el 2015, como Suzuki y Aprilia.

El ruido, de momento, es excesivo y lo cierto es que, como casi siempre, Marc Márquez lleva la delantera: fue el primero en renovar --"como gesto de agradecimiento a lo mucho que Honda ha hecho por mí en mi debut en MotoGP", dijo-- y, sin duda, ha demostrado que su apuesta personal, en principio no compartida por Honda, de reconstruir su equipo de Moto2 de la mano del técnico Santi Hernández ha sido todo un éxito vistas sus 11 victorias consecutivas. Triunfos que lo colocan como máximo y, de momento, único favorito a renovar el título de la categoría reina.

Es tal la autonomía que se ha ganado Márquez, que Honda ha empezado a construir una alternativa de futuro al campeón de Cervera. Renovado Dani Pedrosa por dos años, la firma alada ha decidido que el hombre que puede hacer sombra al vigente campeón en un futuro inmediato es el joven australiano Jack Miller, que este año tiene todos los números de proclamarse campeón de Moto3 con KTM.

La aparición de Miller, la próxima temporada, en el seno del equipo de Lucio Cecchinello --team en el que Honda coloca al piloto que considera con mayor proyección al margen de los oficiales-- demuestra que la firma japonesa quiere empezar a preparar el mañana y, sobre todo, intentar demostrar, como casi siempre, que es la moto quien gana y no el que la lleva. Una teoría que ha dinamitado Marc Márquez durante dos temporadas en las que no solo ha demostrado ser el mejor rookie de la historia, sino ser capaz de igualar el récord de victorias consecutivas (11).