Se apagaron los ecos de la fiesta del Bernabéu, tanto por lo que significaba como estreno en Primera como por la buena imagen ofrecida por el Córdoba ante el campeón de Europa. Ahora toca refrendar y mejorar esa imagen para obtener lo que a fin de cuentas da la permanencia, objetivo de los blanquiverdes: puntos. Y no lo tendrá nada fácil el equipo de Albert Ferrer el próximo sábado, ya que el visitante es el Celta de Vigo, un equipo en franco crecimiento desde que tomara las riendas Luis Enrique, la pasada temporada, y le imprimiera su sello personal al juego celeste. Por supuesto, no hay que olvidar los mimbres con los que contó el hoy entrenador del Barcelona, algunos de ellos aún bajo la disciplina celtiña.

La llegada de Berizzo parece no haber hecho sino prolongar y matizar aquello, ya que el exjugador céltico (declarado seguidor de Marcelo Bielsa, del que fue su segundo) ha mantenido señas de identidad y paerce haberlas prolongado. La buena pretemporada realizada por este Celta tuvo su continuidad en el estreno liguero ante el Getafe, con un más que solvente triunfo ante el Getafe en Balaídos, en el que destacaron especialmente sus hombres de vanguardia.

Toto Berizzo tan solo ofreció tres novedades en el once inicial del estreno liguero con respecto a la anterior campaña: Planas (procedente del filial azulgrana), Larrivey (fichado tras su buena campaña en el Rayo de Paco Jémez) y Borja Fernández, un canterano con apenas 19 años que acaba de prolongar su compromiso con el Celta hasta el 2019. Sin embargo, el hombre destacado del debut en competición fue, una vez más, Nolito. El gaditano acaparó titulares y halagos tras anotar un gol y dar la asistencia en otro, por lo que será uno de los nombres que Ferrer tendrá marcado en rojo en su pizarra. Quizás una de las pocas esperanzas para el técnico blanquiverde radique en las dudas defensivas (tan solo dos centrales atrás, muchas veces solos tras pérdidas en ataque) que presentó el Celta cuando el Getafe ajustó el marcador en 2-1. A pesar de todo, el técnico celeste no renunció a sus ideas y su equipo siguió buscando el área madrileña hasta que Larrivey certificó el tercer tanto. Un equipo que se siente más cómodo atacando que sometido a disciplina defensiva o empujado hacia su campo este Celta en el que el exblanquiverde Charles apenas jugó los minutos de descuento ante los getafenses.