Ona Carbonell ha conseguido la medalla de plata en la rutina libre del solo de sincronizada en los Campeonatos de Europa de natación de Berlín. El oro ha sido para la gran dominadora, la rusa Svetlana Romashina, mientras que el bronce, cuatro puntos por debajo de Ona en la combinada, lo ha conseguido la ucraniana Anna Voloshyna. La medalla de la nadadora catalana es la tercera para el equipo español de natación sincronizada en las Europeos de Berlín y la primera de plata para la delegación española, que ayer se vio superada por rusas y ucranianas en las disciplinas de dúo y equipos.

La capitana del equipo español se ha lanzado a la piscina en noveno lugar, justo después de que lo hicieran la ucraniana y la rusa. Ataviada con un bañador en tonos blancos, negros y plateados, ha presentado un ejercicio de alta dificultad al ritmo de la música de Raphaël Imbert. Los jueces han recompensado su brillante actuación con 93,7 puntos, un punto más que en las preliminares. Esta puntuación la ha situado segunda, dos puntos por debajo de la rusa en la rutina libre y más de uno por encima de su máxima rival, la ucraniana Voloshyna.

La verdad es que estoy emocionada porque he disfrutado nadándolo y la gente ha disfrutado conmigo. Solo oír al público la verdad es que es una satisfacción y es una rutina muy muy difícil. En cuanto a dificultad artística muchos jueces me han dicho que es la mejor del campeonato", ha comentado Carbonell tras finalizar su prueba. La nadadora ha reconocido que este segundo puesto sabe un poco mejor después de haberse subido dos veces al tercer puesto del cajón.

"Para mí es muy difícil este solo. A mi me encanta, pero era un reto muy difícil y conseguir una plata y estar a solo dos puntitos de la rusa en solo libre para mí es un gran reto y creo que esto irá evolucionando y que tengo muchas expectativas puestas en el solo de cara al Mundial", ha apuntado.

Un desgaste físico "alucinante"

La nadadora ha subrayado el "reto" que supone la dificultad de su actuación, a la que se añade el gran número de veces que ha tenido que nadar en los últimos días. "Para mi era un reto muy difícil porque esta dificultad supone un desgaste físico alucinante y lo he podido hacer. Esta es la novena vez que nado en cinco días, es decir que es mucha caña y estoy muy contenta de haberlo superado", ha subrayado.

"En la semifinal muchos jueces me dijeron que por lo joven que soy tengo unas cualidades increíbles, que el solo es muy potente y que de cara al Mundial, un año más entrenando este solo, puedo llegar a hacer grandes cosas" ha asegurado la nadadora catalana mientras ha mostrado su confianza en poder acercarse a la nadadora rusa. "Yo creo que sí es posible. Solo por ser Rusia ya se puntúa más, así que es difícil, pero yo creo que mi rutina es la más difícil de todas las solistas y con esto tengo mucho ganado, solo falta que ahora lo haga perfecto", ha subrayado Carbonell.

La gran dominadora de la prueba ha sido de nuevo la rusa Svetlana Romashina que durante estos Europeos de Berlín solo ha participado como solista. Romashina ha realizado una rutina dedicada a Marilyn Monroe, tanto en lo que se refiere a música como en el bañador blanco que vestía. La tercera clasificada, la ucraniana Anna Voloshyna, ha sido la primera de las favoritas en saltar al agua. Con un bañador blanco y negro, Voloshyna ha interpretado una melodiosa canción de Dulce Pontes que le ha valido llevarse la medalla de bronce.