Ruth Ndoumbe, debutante en unos Europeos, igualó hoy, con el cuarto puesto en triple, el mejor resultado de una atleta española en saltos horizontales de unos Europeos, y Nuria Fernández se regaló un quinto en 5.000 el día de su 38 cumpleaños, cerca de la ciudad donde nació.

La quinta jornada de los campeonatos fue la primera del torneo en la que el equipo español no consiguió medalla. Lleva cuatro y aspira a mejorar su cosecha en la clausura dominical.

Con una marca de 14,14 metros, Ndoumbe se quedó hoy a un centímetro de su récord personal e igualó el cuarto puesto de la valenciana Concepción Montaner en la longitud de Múnich 2002, hasta hoy el mejor resultado español en saltos horizontales.

Al producirse el corte, Ndoumbe ocupaba el quinto puesto con la marca de su primer salto y, aun cuando acabara octava, ya tenía asegurado el mejor resultado de una atleta española en el triple salto de unos Europeos.

En el quinto turno la atleta del Valencia mejoró hasta los 14,14 y se puso cuarta, ya con carácter definitivo. Por delante de ella, la ucraniana Olha Saladukha (14,73) y las rusas Yekaterina Koneva (14,69) e Irina Gumenyuk (14,46)

Nuria Fernández se regaló este sábado un quinto puesto en la final de 5.000, a sólo 51 kilómetros de la ciudad (Lucerna) que la vio nacer en 1976.

La victoria fue para la sueca de origen eritreo Meraf Bahta con 15:31.39, y Nuria, la atleta más veterana del equipo, acreditó 15:35.59, igualando el récord de participaciones en unos Europeos, con seis.

La portuguesa Sara Moreira marcó un ritmo de 3:08.02 en el primer mil a un grupo de diecisiete atletas en el que estaba también la cántabra Paula González, que tomó la cabeza a falta de siete vueltas y permaneció ahí dos giros. Poco después se quedó cortada y acabó decimosexta con 16:24.58.

El grupo se estiró con el cambio de Meraf Bahta. A dos vueltas del final Nuria cerraba el grupo delantero de diez y al toque de campana estaba séptima. Progresó hasta el quinto, pero no pudo pasar de ahí.

Cuatro años después de coronarse campeona continental de 1.500, la madrileña llegó a ilusionarse con subir al podido durante la carrera, "pero es que todas tenían cambio", según pudo comprobar en la última vuelta.

Por la mañana, Sandra Aguilar vivió una experiencia dolorosa en el maratón. Arriesgó en la salida, sabedora de su gran estado de forma, y se fue con las mejores, pero la dureza del circuito, con un desnivel del 9 por ciento entre el punto más alto y el más bajo, fue castigando su sóleo izquierdo, que dijo basta en el km 39.

Hubo de retirarse. La lesión dio al traste con sus ilusiones de volver a estar entre las cinco primeras, como en Barcelona 2010, e incluso de batir el récord de España.

"Es una mierda, porque intenté llegar y no podía, no podía ni andar. El sóleo se me cargaba, ya en la cuarta vuelta lo notaba muy tenso. Subiendo ya no podía impulsar y el dolor fue a más. En la bajada ya me dio un pinchazo, intenté seguir y cuando me dio el segundo ya no pude. Llevaba el pie completamente muerto", explicó mientras era atendida por los servicios médicos.

Los tres relevos españoles presentes en Zúrich -los dos de 4x100 metros y el masculino de 4x400- quedaron eliminados en las series.

Ángel David Rodríguez, plusmarquista español de 100 metros, no se recuperó, finalmente, de sus molestias y no intervino en el relevo 4x100, formado por Eduard Viles, Sergio Ruiz, Iván Jesús Ramos y Adriá Burriel, que no llegó a la meta.

Sergio e Iván no acertaron a pasarse el testigo en zona. Burriel, en la última posta, esperó, inútilmente, que llegara su compañero.

El femenino, formado por María Isabel Pérez, Alba Fernández, Estela García y Cristina Lara, tampoco se lució. Llegó el último en la primera serie, con una marca de 44.68, decimocuarta entre 16.

Por último, el cuarteto de 4x400 formado por Pau Fradera, Mark Ujakpor, Lucas Bua y Samuel García, que partió por la calle ocho en la segunda serie, llegó quinto a la meta con un tiempo de 3:04.68 que le dejó fuera de la final, a la que pasaban los tres primeros y dos más por tiempos.