"Fue una reacción totalmente espontánea, super espontánea". Así ha explicado Dani Alves, el jugador del Barcelona, su decisión de comerse el plátano que le lanzó un aficionado de Villarreal cuando estaba a punto de lanzar un córner. "Las ofensas solo llegan si el receptor se siente ofendido", ha dicho el jugador brasileño a Radio Globo de su país. "Estaba preocupado por defender un gesto negativo con un gesto positivo. No me quiero sentir una víctima", ha precisado el defensa azulgrana. "Fue una reacción de puro instinto".

De puro instinto, como ha reconocido Alves, pero ya madurada desde hace unas semanas cuando también le tiraron a Neymar, su compatriota, un plátano. Pero se dieron cuenta tarde y a través de la prensa de ese gesto. Es más, fue el delantero quien le había sugerido al defensa que la próxima vez que pasara algo así se comerían el plátano. "Pensamos que sería interesante organizar una campaña y tomar decisiones rigurosas en este aspecto porque es un tipo de mentalidad que no suma", ha comentado Alves, quien ha sugerido medidas educativas para erradicar los gestos de racismo de los estadios de fútbol.

Educación

"Hay que educar a las personas, echarlo del fútbol no es la solución. Con eso pagas mal por mal", ha comentado el jugador del Barcelona, quien pide que "se reflexione sobre la actitud" de ese aficionado. "Todos tenemos que abrir la mente y entender que somos todos iguales. No existen colores ni razas, por dentro todos tenemos el mismo color de sangre", ha recordado Alves, quien se ha mostrado felizmente sorprendido por la repercusión mundial que ha tenido su gesto en El Madrigal y que "sirva de alguna manera para dar un basta en actitudes de este tipo".