Al Atlético de Madrid ya le queda una final menos en su carrera para levantar un título de Liga que cada vez tiene más cerca. La victoria en Valencia gracias al testarazo de Raúl García permite a los de Simeone seguir al frente de la clasificación a falta de tres jornadas para la conclusión del campeonato. (0-1). La cita en Mestalla, eso sí, ha tenido su miga pues era un compromiso peliagudo al estar situado entre las semifinales de la Champions frente al Chelsea. Ha sido, además, la salida más peligrosa del Atlético en lo que resta de campaña.

Simeone solo ha reservado a Arda Turan y ha salido con un once de gala en un partido de ida y vuelta en el que el Atlético ha vuelto a demostrar su capacidad competitiva sin importar las circunstancias o el escenario. Como viene siendo habitual en las últimas fechas el cuadro madrileño no ha ofrecido su versión más brillante sino la más combativa. El Valencia, valiente y solidario, ha tratado de inquietar la meta de Courtois pero ha pagado su falta de remate una y otra vez.

El partido se ha resuelto al filo del descanso con una jugada típica del Atlético. En la zona de tres cuartos Gabi ha levantado la cabeza y le ha puesto un balón alto y frontal a Raúl García para que este se anticipara a los defensores y a la mala salida de Guaita. El atacante navarro ha peinado lo suficiente el cuero y este ha entrado mansamente en la portería (m. 44).

En la segunda mitad, con los tres puntos en el bolsillo, el conjunto de Simeone ha intentado ralentizar el ritmo y parar el juego con faltas y pérdidas de tiempo a la espera de algún contragolpe para matar el partido. Diego Costa, fallón de cara a portería, ha errado dos manos a manos muy claros ante un Guaita muy intuitivo. El Valencia lo ha intentado con arreones pero el Atlético ha sabido proteger el resultado y su portería con la madurez y el temple de un equipo que se sabe campeón.