Alejandro Valverde sigue intratable esta temporada. Había ganado en Andalucía, en Roma, en Murcia, en Navarra, pero le faltaba un triunfo de primerísimo nivel, de World Tour, de clásica, con aroma. Y ayer lo logró en la Flecha Valona, tal como ya había hecho en el 2006.

La Flecha Valona tiene un denominador común, el muro de Huy, "los 1.300 metros más duros que hay en el ciclismo", tal como Purito Rodríguez define a la cuesta cercana a Lieja. Clausuró Valverde un excepcional trabajo de su equipo, sobre todo de Jesús Herrada, que se colgó a la espalda el peso de la Flecha Valona para que Valverde llegará de la mejor forma al instante donde siempre se decide la carrera; el 1,3 kilómetro final, el muro de Huy, donde las rampas llegan hasta el 26% y donde los corredores se asfixian si atacan antes de tiempo. Y como Valverde lo sabía, atacó en el momento justo.