Una temporada sin Liga ni Champions no será una buena temporada. No hay que darle más vueltas ni discutirlo si quien opina de esta manera es un futbolista del Barça. Gerard Piqué reconoce que, por el nivel de la plantilla, por los precedentes inmediatos, cerrar el ejercicio con la única conquista de la Supercopa de España es escaso, pírrico, insuficiente. Y la responsabilidad del fiasco será de los artífices del éxitos

"Los jugadores somos los culpables", aceptó Piqué, eximiendo de responsabilidad a Tata Martino.

No hay excusas del entrenador, que el primer día ya calificó de "fracaso personal" un posible año sin títulos, ni tampoco de los jugadores. Piqué habló en condicional porque la Liga "está difícil" pero no imposible. Bastaría con que Real y Atlético empataran un partido y el Barça ganara los cuatro. El último es frente a los rojiblancos en el Camp Nou. "No sería la primera, la segunda ni la tercera vez que somos campeones en la última jornada", recordó Piqué. No habla de su generación, que ha conquistado cuatro con mayor holgura. Hablaba a las tres del dream team de Johan Cruyff (1992, 1993 y 1994) en las que el Madrid (dos veces) y el Deportivo (la última) sucumbieron a la presión en la jornada definitiva.

A la esperanza se aferra Piqué. Al optimismo. A las buenas vibraciones que emanaban en el auditorio del Banco Sabadell en la presentación del libro Relatos Solidarios del Deporte que un grupo de periodistas deportivos (46 en esta ocasión) ha editado con el objetivo anual de recaudar fondos para una iniciativa benéfica.

"Felicito a los periodistas porque han conseguido la décima", dijo Montserrat Bernabeu, jefa de la unidad de daño cerebral, aludiendo a las ediciones realizadas. La doctora, y madre de Piqué, explicó que la recaudación sufragará un programa terapéutico para evaluar si determinadas personas que han sufrido un daño cerebral son capaces de volver a conducir un vehículo.

El libro cuesta 10 euros y se vende en los centros de El Corte Inglés, entusiasta espónsor desde el primer día. Banc Sabadell patrocina los gastos de impresión. La Fundació del Barça se ha unido esta temporada, cerrando el círculo que abre en la portada el rostro de un Piqué gritando para romper las cadenas a las que se ven atadas las víctimas de un accidente o una enfermedad neurológica.

El defensa se comprometió a comprar 200 libros para regalar a familiares, amigos, los jóvenes de La Masia y a sus compañeros del vestuario. Como Cesc, viejo amigo a quien la hinchada pitó el domingo ("todos formamos parte de un grupo que no ha hecho las cosas bien", dijo, disculpándole) y Messi. "Leo ha sido fundamental en todo lo que hemos ganado. No entra en mi cabeza que critiquen al mejor futbolista de la historia", dijo Piqué, compañero de generación de ambos (los tres son de 1987), antes de garantizar su continuidad para tranquilidad de los culés: "Lo tendremos con nosotros muchos años porque ama el club, la ciudad y se siente muy de aquí". Por último, Pique aclaró: "Estoy muy contento porque he vivido de cerca, desde muy joven el trabajo que se hace en el Instituto Guttmann. Es fantástico. Es muy duro, pero muy gratificante. Ves a gente que lo pasa mal, que recibe un shock muy fuerte en su vida y que poco a poco se va levantando, como tenemos que hacer todos en la vida. Estoy seguro que este dinero servirá para hacer la vida más sencilla a todas esas personas que sufren un accidente o cualquier dolencia".