Trabajar más y comer menos. Así, como suena. Es lo que espera a los pilotos de F-1 para el 2014, ejercicio que empezó tras concluir el GP de Brasil el domingo. Así lo exige el reglamento del próximo año. Bueno, así lo requieren los coches derivados de ese reglamento. Ganan potencia en baja con los nuevos motores turbo y el potenciado KERS y pierden mucha, pero que mucha, adherencia por las nuevas restricciones aerodinámicas. Además, los nuevos dispositivos de recuperación de energía requieren más órdenes desde el box. Así que los pilotos necesitarán más esfuerzo, más concentración, más habilidad para pilotar y escuchar a sus ingenieros, y todo ello, poco menos que famélicos. Las nuevas dimensiones del coche, los nuevos componentes, obligan a reducir el peso de algún conjunto... y el piloto es el primero de la lista.

"Tiene mucho menos agarre, es más difícil de conducir, al menos en el simulador", explica Fernando Alonso, que junto a Felipe Massa ya ha probado los nuevos prototipos en el simulador de Maranello. "Realmente, se pierde mucha carga aerodinámica y resulta mucho más complicado de pilotar, mucho más", confirma Massa, que el próximo año estará en el equipo Williams. Por eso solo Alonso, junto a Pedro de la Rosa, se encuentran desde hoy en Maranello trabajando duro, muy duro. De la Rosa lo confirma: "La entrega de potencia en baja es brutal, y hay mucho menos agarre. Será más difícil".