Un bonito tanto de Adrián López le dio al Atlético un empate ante el Zenit, un resultado válido para los rojiblancos, que nada se jugaban en el combate, librado en condiciones adversas, bajo el imponente frío ruso.

Porque con una temperatura de seis grados bajo cero afrontaron ambos equipos el partido de San Petersburgo, adonde acudieron los colchoneros sabedores de que nada estaba en juego, salvo el millón de euros que la UEFA paga a cada club por victoria.

Con la clasificación y el liderato del grupo en el bolsillo, Diego Simeone se permitió dar descanso a los principales. Por eso, el uruguayo Diego Godín, el brasileño Filipe Luis, el turco Arda Turan, el portugués Tiago y el hispano brasileño Diego Costa, además de Villa y el lesionado Mario Suárez, se quedaron en Madrid.

Pero si todo estaba hecho para los madrileños antes del envite, sí dilucidaba gran parte de su futuro en la máxima competición europea el Zenit del técnico italiano Luciano Spalletti. El triunfo era vital para las aspiraciones del conjunto ruso de lograr el pase para los octavos de final. Lo necesitaba para llegar a la última jornada dependiendo de sí mismo.

Sin embargo, afrontaron los rusos el partido en plena crisis de resultados en su liga y con las bajas del ruso Anyukov, el argentino Ansaldi y el portugués Danny.

Con estos precedentes, el Atlético saltó remolón al terreno de juego y fue cediendo poco a poco espacios a los locales, que, lógicamente, se adaptaron mejor a la baja temperatura y a la dureza del suelo.

Consiguieron el objetivo los rojiblancos, no sin sufrimiento, y en el segundo acto tiraron de efectividad e intensidad, cualidades que acrecientan partido a partido. Así se llegó al minuto 53, momento en el que Raúl García, uno de los mejores de Simeone, le sirvió un pase perfecto a Adrián, que anotó solo.

Pudo Raúl García hacer el segundo poco después con un balón que tocó el larguero del portero ruso, pero no tuvo suerte. Ni tampoco el belga Tobby Alderweireld, que firmó en propia meta, de cabeza, el tanto de la igualada del Zenit (minuto 74). Fue un gol en el que tampoco estuvo acertado Courtois, que no esperaba la pifia de su compañero. Y se acabó todo el tablas.