Fallaron los tres grandes favoritos. Y, a río revuelto, ganancia de pescadores. Y Alex Márquez fue ayer el más listo de la pequeña clase y ganó porque se ha pasado el año tirando la caña. Y Maverick Viñales, el único magnífico en pista, el único candidato superviviente, se dejó robar la cartera por el hermanísimo. Inexplicable, pero cierto.