El Sierra Morena de 2013 será recordado como uno de los más duros, al menos de los celebrados en este siglo. Como resumen, de los 59 equipos que tomaron la salida en todas las categorías, acabaron solo 32, o sea que casi la mitad se retiraron por averías o salidas de pista. Y también porque los tres primeros pilotos clasificados están rondando los treinta años, son jóvenes, mientras que los habituales de los últimos años han rondado los cincuenta. Esto es bueno para el futuro de un certamen que está de capa caída, con una reglamentación cambiante, en la que antes dominaban los Porsche y este año, al admitirse los coches del mundial (WRC), el veterano canario se ha impuesto con un Mini. Además, sigue perjudicando al Sierra Morena la fecha actual, a finales de temporada, donde los presupuestos están agotados y las clasificaciones casi resueltas. Por ello sería de justicia, por la masiva asistencia de público, la excelente organización del Automóvil Club de Córdoba y las magníficas carreteras de Sierra Morena, que se cambiara a otros meses, de invierno o primavera.

El rali comenzó como se esperaba, con dominio de los Vallejo y su Porsche 997 GT3 en el primer tramo, pero en la primera pasada en Cerrobejuelas pincharon, perdieron 46 segundos y bajaron a la quinta plaza de la general. Además, el sábado por la noche los comisarios le pusieron una penalización de 20 minutos por haber cambiado la rueda "de galleta", que son las que caben en los Porsche, por una de competición antes del último tramo y en lugar prohibido. Xevi Pons quedaba entonces como líder, pero abandonaba a continuación por avería mecánica, mientras que el joven cántabro Surhayen Pernía ganaba los siguientes tramos para colocarse líder de la prueba al final de la primera etapa con una cómoda ventaja sobre el gallego Alberto Meira, ambos con Mitusbishi Evo X del equipo RMC.

Ayer salieron los hermanos Vallejo para dar espectáculo al público, y lo hicieron, aunque al final no entraron su Porsche en el parque cerrado. No obstante, Pernía fue el más rápido en la primera pasada por Villaviciosa, y aumentaba su ventaja sobre Alberto Meira y Alejandro País, que ahora era tercero, todos con el Mitusbishi Evo X, y así mantuvieron las posiciones hasta llegar al abarrotado parque cerrado del Paseo de Córdoba.

La cuarta posición final fue para Joan Carchat con su Renault Megane RS y ganó la categoría 2, por delante del espectacular José Antonio Cohete Suárez y su Ford Fiesta R2, vencedor de este grupo. Una pena el abandono del finlandés Mico Eskelinen en el penúltimo tramo, cuando era séptimo de la general, en la que era su primer rali en asfalto.