Aquello era un funeral. El que no tenía la cabeza apoyada en la pared, se mesaba el pelo con las manos en una imagen de incredulidad total. Los jefes, Shuhei Nakamoto y Livio Suppo, se miraban sin darse explicaciones. Emilio Alzamora, mánager de Marc Márquez, y Santi Hernández, técnicos del líder del Mundial, recibían el consuelo del bicampeón de Cervera. Y todos, todos, rodeaban al piloto pidiéndole disculpas. "No quiero ni una cara de lamento porque seguimos siendo líderes del Mundial", cuentan que les pidió Márquez a los suyos. "Yo también la cago, chavales, y nos levantamos todos. Llevamos demasiado tiempo en las carreras, hemos cosechado demasiados triunfos juntos como para que ahora nos vengamos abajo. Somos humanos. Solo os pido una cosa, por favor: seguir así, porque siendo así nos hemos convertido, todos, en los mejores, en líderes del campeonato y aún acariciamos el título mundial".

El rookie del año dijo mucho más. Dijo que él fue uno de los cinco que participó en la reunión donde se cometió el error. "Y todos lo teníamos clarísimo. Mal, erróneamente, pero clarísimo. Así que mejor no señalar a nadie". Todos creían que la vuelta 10 formaba parte del primer paquete y se podía entrar en la 11 sin completarla.

Una ley no escrita

"Nadie dijo que esto iba a ser fácil. Y menos el primer año. Así que sigamos apretando los puños que aún queda mucho", dijo Márquez, que le preguntó a Suppo dónde estaba escrita semejante sanción tan fuerte (descalificación inmediata) si entrabas en otra vuelta que no fuese la 9 o la 10. "No está escrito en ningún sitio, de ahí nuestro mosqueo". Pero Honda no apelará. Bastante tiene ya con haber cometido el error y almacenar rápidamente el material para la próxima cita, en Japón.