No quiso hacer más daño a una plantilla que acabó el partido cabizbaja. Por eso, Juan Eduardo Esnáider, que debutaba como técnico del Córdoba, fue a felicitar al entrenador rival y se quedó en la banda esperando y abrazando o dando alguna carantoña a cada uno de sus jugadores. Fue el último en retirarse. Luego, en sala de prensa, continuó mostrándoles su apoyo. "Ante todo, darles tranquilidad; hablamos de que hay que trabajar cosas, pero más allá de eso, hay que tratar de levantarles el ánimo, pensar en la semana, en lo que viene y corregir lo que hicimos mal".

Por encima de las primeras sensaciones, el técnico cordobesista se lamentó del marcador. "Fue injusto el resultado; creo que tuvimos ocasiones y llevamos el peso del partido, pero no supimos concretar y por ahí no estoy tan contento con el gol de ellos, porque viene de una jugada que sabíamos que hacían muy bien, que era una contra rápida y en eso sí tenemos que trabajar. Con el resto, el esfuerzo fue enorme". De ahí que no tire la toalla. "Seguimos con la ilusión intacta".

Tras el gol de la Ponferradina, parte del estadio silbó a jugadores, técnico y directivos. "La gente está enfadada y es normal porque quiere ver que su equipo gane. No lo hicimos y es normal que se enoje. No me preocupa mucho porque sé que si ganamos, la gente va a estar con nosotros, porque al principio del partido sí animaba".

Hubo público que incluso le pidió que se marchara. Esnáider reaccionó con humor, aunque a su vez se llevó las manos a la cabeza, reflejando cierta incredulidad. "Vamos a quitarle importancia; lógicamente, la gente no me conoce, tendrá que conocerme y trataré de ganarme el cariño y el respeto de la gente, que es lo que quiero".

El argentino, hombre de fútbol, mostró en todo momento esa línea apaciguadora. "El ambiente es buenísimo cuando la cosa va bien y en los equipos que tienen buenas aficiones, suelen pasar este tipo de cosas. Tenemos que revertir la situación y que la gente esté con nosotros".

Eso sí, se mostró firme cuando se habló de actitud. "No, para nada faltó; se han esforzado por encima de las posibilidades; primero, que no se negocia; segundo, que no he visto falta de actitud, si no estaría muy enfadado".