Una victoria siempre suele dejar más sensaciones positivas que negativas y aunque el sábado la afición de El Arcángel no se fue henchida de felicidad, sí que guarda la esperanza de que las eliminatorias de ascenso aún son posibles.
ANÁLISIS
Una victoria siempre suele dejar más sensaciones positivas que negativas y aunque el sábado la afición de El Arcángel no se fue henchida de felicidad, sí que guarda la esperanza de que las eliminatorias de ascenso aún son posibles.