Tito Vilanova ha vuelto a la ciudad deportiva. Ha vuelto a su despacho. Ha vuelto al campo. Ha vuelto a la rutina diaria. No estará en Vigo con el Barça porque se encuentra, como ha revelado Jordi Roura este viernes, su ayudante y amigo, "entre esos ocho y 10 días donde una vez acabado el tratamiento pueden llegar los efectos secundarios".

Por eso, Tito no acompañará al equipo a Galicia, pero este viernes sí se ha reencontrado con los jugadores en el campo de entrenamiento. "Tiene muchas posibilidades de ir a París", ha anunciado el segundo entrenador azulgrana. De momento, ha vuelto a disfrutar de una charla directa con la plantilla, sin necesidad de videoconferencias, como tenía que utilizar desde Nueva York, donde ha estado los dos últimos meses tratándose de un cáncer en la glándula parótida.

"Ya está aquí con nosotros. Es muy reconfortante tenerlo a nuestro lado, su regreso es un revulsivo para todos", ha dicho Roura, tras explicar que la decisión de no viajar a Vigo para dirigir desde el banquillo el partido contra el Celta la han tomado " los médicos y el propio Tito conjuntamente debido a esos efectos secundarios". Pero con el técnico en la ciudad deportiva, la sonrisa vuelve al Barça. "Su vuelta significa muchísimo. Vuelve el jefe, vuelve el primer entrenador, es una inyección de tranquilidad y de alegría, es muy buena noticia para todos".

"De forma progresiva, poco a poco", según ha dicho Roura, el primer entrenador se irá incorporando a la dinámica del primer equipo. El primer paso es dirigir el entrenamiento vespertino, el último antes de que el Barça vuele a Galicia. El segundo será estar con los jugadores en París, en la ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones ante el París Saint-Germain. "Cuando finalizas un tratamiento de estos, tan duros, aparecen esos efectos secundarios. Pero si todo va normal y correcto, estará en París. Tito es nuestro jefe", ha dicho aliviado su ayudante.