Tras dos largos e inquietantes meses, el Barça recuperó ayer a su "líder" del banquillo, como calificó hace unas semanas Sandro Rosell a Tito Vilanova. El primer entrenador azulgrana regresó ayer por la mañana a Barcelona procedente de Nueva York, donde se ha sometido satisfactoriamente a un tratamiento contra el cáncer de la glándula parótida. El técnico llegó a primera hora (el vuelo aterrizó a las 8.05) acompañado de su mujer, Montse, y de Jordi Roura, segundo entrenador, y Aureli Altimira. Dos guardias civiles custodiaron los primeros pasos del técnico por la terminal del aeropuerto de El Prat y después le acompañaron hasta una salida secundaria para evitar a los medios de comunicación y aficionados que esperaban la llegada del entrenador azulgrana.

El Barça recupera al jefe del banquillo en el tramo decisivo de la temporada, con la Liga muy encarrilada (a 13 puntos del Madrid, segundo) y ante unos duros cuartos de final ante el París Saint Germain en la Champions. Vuelve Tito para tranquilidad de los jugadores. "Es fundamental para nosotros y durante este tiempo se ha notado su ausencia", admitió ayer Sergio Busquets, sin querer desmerecer para nada la gran labor de Jordi Roura. "A Jordi no le podemos pedir más, ha dado la cara en las ruedas de prensa, delante de nosotros... Ha hecho lo que tenía que hacer y tiene nuestro reconocimiento", agregó el mediocentro.

Tito podría reincorporarse a lo largo de la semana a los entrenamientos. Incluso no se descarta que esté en el banquillo en el próximo partido.