El aperitivo de Finlandia, previo al menú completo del martes en París, se convirtió en un suplicio para el combinado español por el muro que levantó el rival y por la falta de recursos para cerrar el choque. Un error defensivo propició el tanto con el que Pukki igualó el gol de Ramos nada más iniciarse la segunda mitad. El empate (1-1) deja tocada a La Roja y la obliga a ganar a Francia, que ahora aventaja al combinado español en dos puntos. Nadie esperaba un golpe tan duro para las aspiraciones de España de intentar cerrar la fase de clasificación para el Mundial como líder de grupo, pero después de sufrir ante un rival que metió 10 jugadores en su área y verse por delante con el gol de Ramos, se pegó un batacazo tan inesperado como cruel.

El jardinero de El Molinón va a tener trabajo doble a partir de hoy. Sobre todo en las áreas, que fueron pateadas una y mil veces por una pared de defensores finlandeses y varios jugadores de La Roja, que buscaron desnivelar un choque que nació muerto por el nulo deseo de los visitantes de ofrecer otra batalla que no fuera la de salir indemne. Finlandia asumió de tal manera su inferioridad, pero terminó por lograr un objetivo que no había soñado.

MONOLOGO Ese temor visitante propició que del rondo español se pasara a un monólogo atosigante que convertía el encuentro en un pesado trasiego de los jugadores de Del Bosque por el balcón del área. Allí encontraban una defensa que solo por acumulación de hombres alcanzaba su propósito de alejar el balón como fuera en un dibujo infame. En medio de un universo de piernas hubo tiempo para que emergiera un jugador tan diferente que es capaz de lucir sea cual sea el guión que haya enfrente. Sin Xavi ni Xabi Alonso, Iniesta lideró un despliegue que no llevó veneno al área visitante. Repartió juego y fue de los pocos que disparó a portería, algo muy necesario ante una pared como la finlandesa. Todo un lujo frente a un rival que solo se acercó en una ocasión al área de Valdés antes del descanso en un disparo de Eremenko.

Pese a la paciencia y a las buenas intenciones, el combinado español cayó en la tela de araña del rival. Arbeloa no ofrecía soluciones en la banda derecha, Cazorla apenas aparecía y Villa no estaba acertado en el remate en una sufrida primera mitad que terminó en tablas.

Sin embargo, en medio de ese ofuscamiento y tras un toque de corneta para la infantería de Del Bosque surgió Sergio Ramos para iluminar a La Roja, a la que no le bastaba con el empuje y el toque. El defensa del Madrid celebró su partido número 100 en la selección con un excelente remate de cabeza a la salida de un córner lanzado por Silva (m. 49). A partir de ahí el encuentro se aclaró algo, con Pedro en el lugar Cazorla y con algún agujero más en la cueva finlandesa.

LESION DE JORDI ALBA Pese a ello, España iba a pagar su falta de pegada con el incomprensible tanto del empate en una contra que terminó en un centro de Hetemaj y un remate de Pukki que se adelantó a los centrales españoles (m. 79). Fue un mazazo que alteró totalmente el sistema nervioso del combinado español y le condenó a un final agónico, con el agravante de la lesión de Jordi Alba, con un problema muscular.

Con los tres cambios realizados, el jugador del Barcelona siguió en el campo, de donde la selección española salió con la cabeza muy baja y pensando ya en un triunfo ante Francia como única solución al palo de anoche en Gijón.