Gaspar marcaba un gol por la escuadra en el último ejercicio de la sesión y hacía un gesto triunfante seguido por algún comentario en broma de más de un compañero. Un minuto después era Kiko Olivas el que imitaba a su capitán. Antes, Alberto García intercambiaba impresiones con algunos peñistas de La Carlota y Fuentes sonreía tras una jugada durante el entrenamiento del equipo, celebrado en la ciudad deportiva aunque estuviera previsto en El Arcángel. El aguanieve caída durante la noche y la mañana desaconsejó bregar más el maltrecho césped de El Arcángel y en el cambio el que perdió fue Xisco Jiménez. Los servicios médicos y los fisios desaconsejaron que el delantero realizara el entreno en esas condiciones, máxime cuando terminó el anterior, segundo completo desde su fichaje como blanquiverde, con algunas molestias, lógicas por otra parte. El de Santa Ponça se quedó en el gimnasio junto a Joselu. Fueron las dos únicas ausencias en una sesión que se desarrolló en un buen ambiente, a pesar de la derrota del pasado domingo que quebraba una racha de siete encuentros consecutivos sin doblar la rodilla. Sobre ese y otros asuntos habló José María López Silva tras la sesión. El onubense también se mostró muy animado durante la misma después de regresar al once titular en Montilivi. Sobre el duelo contra el Girona explicó que "en la segunda parte nos duraba más el balón y nos daba tiempo a movernos entre líneas, recibir. En la primera parte hizo falta más balón para aparecer más en el juego", reconoció. Berges volvió a elegirle para la titularidad y el onubense explicó que "intento ayudar todo lo que puedo. Uno lo que quiere es jugar, pero siempre hay que respetar a los compañeros y la decisión del míster". López Silva no echó balones fuera sobre los meses anteriores: "He tenido la confianza del míster", aseguraba, pero "no tenía el nivel de mis compañeros, de ahí mi suplencia", por lo que no le quedaba otra que "trabajar para ponerme en forma y respetar a los compañeros y la decisión del míster".

El onubense, que habló también de su renovación ("antes las posturas estaban lejanas y ahora está parada", comentó), explicó los motivos por los que el equipo puede transmitir la sensación en las primera partes de mantener una postura más contemplativa. "Al principio, los equipos aprietan arriba porque las fuerzas físicas están igualadas", detalló.

Luego, "pasan los minutos y tenemos más balón; es lo que pasa, por eso parece que en los segundos tiempos nos vamos arriba y seguimos generando ocasiones de gol". Ocasiones no materializadas en Girona. López Silva se mostró tranquilo, ya que el objetivo del Córdoba es "intentar mantener la posesión del balón y hacer ocasiones. Luego, que entre la pelota o no... Al rival le gusta tener la pelota, llevar el peso del partido, porque sabemos que nosotros sin balón también podemos sufrir", advirtió sobre el próximo rival de los blanquiverdes, el Villarreal.

Pero antes de hablar del próximo rival en El Arcángel, López Silva habló de los resultados con los rivales directos, tanto por el play-off como por el ascenso. "Queremos ganarle siempre a todos los equipos. La racha con los de arriba no está siendo buena, pero lo que queremos es entrar en play-off , eso no tiene nada que ver con la liga regular. Ahora firmaría no sacar resultados positivos con los de arriba y entrar en la liguilla", defendió el onubense, que sigue viendo al Villarreal como claro favorito, ya que tiene "una gran plantilla. No sé lo que habrá pasado. Igual le ha costado adaptarse a la categoría Se ha reforzado bien y seguramente estará arriba al final de temporada", vaticinó.

Minutos antes se constataba el ánimo en la plantilla, intacto a pesar de salir de los puestos de privilegio. El técnico blanquiverde, en un momento de la sesión, daba una palmada en la espalda a Fede Vico, suplente en Montilivi, y cruzaba palabras con el juvenil, entre sonrisas. Alberto García continuaba en su línea, manteniendo el ánimo incluso entre la veintena de aficionados que se dieron cita en el Camino Carbonell. Y casi al final de la sesión se podía escuchar a Berges dirigirse a los suyos tras un rondo en el que todos participaban: "Buen entreno, chavales, buen entreno". El mejor camino para un buen partido. El Villarreal aparece en el horizonte y solo vale el triunfo.