Otra vez a vueltas con el escenario de la final de la Copa del Rey. Ante las noticias, no confirmadas oficialmente, de que el Real Madrid se plantea pedir a la Federación Española de Fútbol (RFEF) que designe el Camp Nou, el club rojiblanco ya tiene decidido que se opondrá con la máxima firmeza a que esa aspiración del club blanco sea atendida.

Así lo harán saber los representantes rojiblancos en la reunión que tendrá lugar el lunes en la sede federativa. Luego está el problema de la fecha. Programada para el sábado 18 de mayo, TVE quiere cambiarla para que no coincida con el festival de Eurovisión. La RFEF, en principio, prefiere trasladarla al día siguiente. Por razones operativas y económicas ante todo, el club rojiblanco considera que lo más razonable es que se dispute en Madrid. Según su presidente, Enrique Cerezo, es el Vicente Calderón el que tiene que albergar la final, según el pacto tácito de alternancia que han observado hasta ahora las dos entidades madrileñas cuando han tenido que enfrentarse entre ellos con el título en juego.

La última vez fue en el estadio Santiago Bernabéu, en 1992, y ganó el Atlético, lo mismo que en las dos ocasiones anteriores en que se jugó en el recinto blanco. La única vez que se disputó en el campo rojiblanco, la Copa fue para el Madrid.

POSIBILIDAD REMOTA La posibilidad de que sea el Camp Nou el escenario elegido parece remota. No tanto por las pegas que pueda poner el Barça, en respuesta a la negativa del Madrid el año pasado a ceder su campo, como por la postura del Atlético, que no se plantea siquiera las alternativas de Valencia o Sevilla (La Cartuja). "Hay un convenio histórico por el que cada año se disputa en un campo y la última final entre el Atlético y el Madrid se jugó en el Bernabéu", declaró Cerezo después de que el cuadro rojiblanco se clasificara en el Sánchez Pizjuán.