Tuvo que pasar casi una hora del horario al que presumiblemente empezaba el entrenamiento para que el balón rodara en la ciudad deportiva. Antes, los jugadores del Córdoba estuvieron charlando unos minutos en el centro del campo, en torno a su técnico, Rafa Berges. La plantilla se mantenía "un poco triste" por el resultado de Girona --"y encima perdemos el gol average"--, pero reconoce que la derrota no debe romper la buena dinámica que mantenía el equipo. "No tiene que afectar. De los últimos nueve partidos solo hemos perdido uno y tenemos que seguir en la misma línea porque así los resultados van a llegar", reconocía Saizar.

Todavía se buscan explicaciones a un 2--0 que todos coinciden en señalar que fue injusto. "Hicimos un buen partido, pero la pelota no entró. Ellos tampoco tuvieron grandes ocasiones, pero las dos que tuvieron las metieron", se lamentaba el guardameta.

Por primera vez en varias jornadas, el Córdoba ha salido de las eliminatorias de ascenso, algo que según el vestuario no tiene por qué afectar. "Estamos cerca, hemos salido ahora, pero llevamos muchas jornadas dentro. Lo importante es dónde estemos en junio", dicen.

De hecho, ya han pasado página. Todos tienen en la mente el choque del domingo, ante el Villarreal. "En casa es el partido más bonito de jugar. Es muy importante para nosotros, para ponernos por delante de ellos", remarca Saizar.

El conjunto castellonense no está cuajando el nivel esperado. "No empezaron muy bien, les costó meterse en la línea de la Segunda, que es muy diferente a la de Primera, pero creo que a partir de ahora van a ir para arriba", señala el vasco, que pese a no estar jugando se ha convertido en uno de los protagonistas de las últimas semanas, al ser renovado por tres temporadas. "Estoy muy contento por seguir en un club que puede estar el próximo año en Primera. Cuando me lo ofrecieron, no lo dudé. Estoy muy contento en la ciudad, mi niña nació aquí y siempre será una ciudad especial. Es mi único modo de llegar a Primera. Me han valorado el papel de Copa y el día a día".

Y eso que está actuando mucho menos que el pasado año, cuando era titular indiscutible en el Guadalajara. "En lo personal, el año es peor porque no estoy jugando en Liga, pero tampoco hay que mirar los temas personales, el equipo está muy bien defensivamente".

No son palabras vacías, ya que si por algo se caracteriza el arquero vasco es por hacer vestuario, de ahí que no levante la voz pese a su suplencia. Es otro de los motivos --además del estrictamente deportivo-- por los que se ha ganado la renovación.