Rafael Carrillo, entrenador del Lucena, sonrió por fin en sala de prensa después de mucho tiempo. El técnico, consciente de la importancia de los tres puntos logrados ayer ante el Real Jaén, aseguró que el triunfo fue "merecido", ya que aunque "tuvimos indecisiones en la primera parte, después del descanso el equipo salió confiado en que las cosas que hacemos son efectivas" y, además, "las ocasiones que tuvimos fueron muy claras".

El técnico hizo mención especial a la actuación de Alex Quillo, que se estrenó en casa como titular. "Ha tenido un gran número de oportunidades a pesar de que partía de una posición retrasada", dijo sobre el gaditano, para explicar luego que "el trabajo de todos ha sido inmejorable". El partido estuvo marcado por la polémica durante toda la semana, algo que se notó luego en el campo. "Lo habíamos dicho. Los partidos Lucena-Jaén son como un derbi y lo hemos podido vivir", comentó Carrillo.

El preparador cordobés, que vio el partido desde la grada al estar sancionado, afirmó después que "es determinante que llevamos una racha importante y que los partidos ante rivales directos sean victorias. Las circunstancias del principio de la temporada no nos han hecho estar ahí antes". "¿Por qué no podemos ilusionarnos con cualquier objetivo?", se preguntó el entrenador en el único momento de la temporada en el que no ha hablado de permanencia, aunque al instante regresó al discurso habitual para dejar claro que "solo pensamos en el corto plazo, que es el próximo partido ante un rival directo --Almería B--, para el que tenemos que recuperar a jugadores lesionados, como Carlos Martínez, y cansados".